Sigue la mala racha
Los rivales directos se sacan un abono para jugar en Illunbe
Cajasol llevó casi siempre la iniciativa en el luminoso y supo encontrar la tecla del triunfo con una zona 2-3 que provocó el error en el tiro de los donostiarras.
BRUESA GBC 63
CAJASOL 70
Arnaitz GORRITI | DONOSTIA
Quinta derrota consecutiva para Bruesa GBC. Pitada de sus incondicionales al final del partido. Una horrible serie de cinco de 22 en triples por parte de los de Laso y, lo que es peor, otro rival directo que sale victorioso de Illunbe y con el average particular. Visto lo visto, los adversarios de la parte baja se van a sacar un abono para jugar en Donostia. A buen entendedor...
Cajasol no tardaría en ponerse por delante ni en abrir diferencias, con Sánchez y Uriz que no podían ante Milisavljevic y Ellis. Laso tampoco anduvo ágil a la hora de ejecutar los cambios.
Quien sí atinó en su rotación fue Pedro Martínez, que sacó un gran rendimiento de los pivots Savanovic y Xavi Rey. La técnica del balcánico más la contundencia del catalán dejaban huecos en el centro de la zona donostiarra, incapaces de frenar la anotación sevillana.
Tras el 13-25 del primer parcial, el segundo bajó sensiblemente de nivel, y aumentó el juego subterráneo. Hay que reconocer la labor de alma mater de David Doblas, pues fue capaz con sus aspavientos y ademanes de echar el gentío de Illunbe sobre unos árbitros que fueron virando su criterio. Por parte andaluza, sólo Ignerski supo dar la réplica gracias a su afinada muñeca. En éstas, el partido seguía vivo al descanso: 32-38.
Triples a la basura
La reanudación trajo consigo un duelo de poder a poder en el que los de Laso lograron volver a situarse en cabeza con un 7-0 de inicio. No obstante, los sevillanos, sabedores de los resultados de la jornada, dispusieron que no había golpe en la mesa que valiera y volvieron a tomar escasas rentas gracias a una buena defensa en zona 2-3.
El acierto volvió a abandonar demasiado pronto a los de Laso, aunque seguían amarrados a la estela de su rival. Nadie les puede negar intensidad a los donostiarras. Sí, no obstante, calidad. Los locales se obcecaron en atacar a base de triples, pero casi sin acierto. Con todo, el último período arrancaba 53-54, tras dos tiros libres de Urtasun.
Andrade, a quien el público aclamó como a un héroe, dio la última ventaja a los locales: 56-54. Pedro Martínez se la jugó con cuatro hombres abiertos y tiró de los puntos de Caner-Medley para volver a desnivelar la balanza a su favor. En defensa, la zona 2-3 volvió a ser la cruz para los locales, que lanzaron varios triples, y con él el encuentro, a la basura, dejándose hasta el average particular. Es comprensible la preocupación y el enojo de los aficionados. Y ahora toca visitar Zurbano.
La defensa en zona 2-3 es viejísima y las formas para atacarla, harto conocidas. La clave es sobrecargar un lado del ataque para doblar al lado débil y lograr tiros cómodos. Pero al final, los tiros deben entrar, y al Bruesa no le entraron.
La derrota ante el Cajasol escuece, pero mucho más que el de ayer fuera el quinto tropiezo seguido, y con un choque en Zurbano en el horizonte. La preocupación de los aficionados donostiarras está justificada.