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Rescata un punto in extremis

La revolución se quedó a medias

Manix Mandiola apostó por renovar el once con cambios en todas las líneas e hizo debutar a Juanjo, con sólo un entrenamiento. Miku despertó viejos fantasmas, pero el Glorioso, que agradeció el lavado de cara, consiguió el empate con un gol de Pablo Casar en el 90.

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DEPORTIVO ALAVÉS 1

U.D. SALAMANCA 1

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

Para terminar en buen puerto, el Deportivo Alavés de la segunda vuelta debe parecerse muy poco al de la primera, por lo menos al de los últimos partidos, y en ese trayecto, el «renovado» Glorioso se quedó a medias al rescatar Pablo Casar un punto en el último minuto. Sin llegar a ser todo lo bueno que debiera, el Alavés de ayer por lo menos fue «distinto» tras tres partidos de desidia y esa mayor ambición se vio recompensada con un punto que, sin ser suficiente, al menos sirvió para frenar una caída en picado.

Si algo quedó claro ayer es que el Alavés es ahora mismo un equipo en pleno proceso de reconstrucción, ya que en cuanto ha dispuesto de nuevos elementos, Manix Mandiola introdujo una profunda revolución con la titularidad de Juanjo, con un solo entrenamiento, como elemento más significativo. Tras cuatro fiascos consecutivos en casa, algo había que cambiar y Mandiola introdujo cambios en todas las líneas, con la renovada defensa como principal argumento para recuperar la autoestima y contundencia perdidas.

No era complicado, pero a pesar del resultado, el lavado de cara le sentó bastante bien al Alavés, tanto en defensa -el gol encajado llegó en el 74 como consecuencia de que el equipo se rompió en busca del gol- como en ataque, donde además del tanto de Pablo Casar, el Alavés dispuso de claras opciones y, desde luego, mereció más que un Salamanca bien puesto y que quiso el dominio del balón.

Más enchufados

Aunque le costara llegar con peligro a la portería de Ribas -Juanjo le puso a prueba en un cabezazo en un corner- el Alavés dio la sensación de estar mucho más enchufado que en sus anteriores comparecencias ante su público desde el primer minuto. Con mucha más intensidad, llevó el peso, tratando de percutir por bandas, con dos buenas soluciones como De Marcos y Castellano, siempre con la clara referencia de Juanjo.

Tras una primera parte de pocas oportunidades pero, por lo menos intensa y disputada, el partido se abrió mucho en la segunda mitad. El primer paso lo dio Amaral, sacando a un segundo punta como Azkorra por un Jorge López que debió ser expulsado por doble amarilla en la primera parte.

Obligado, Manix Mandiola también buscó más chispa arriba, con la entrada de Igor y propiciando el estreno del Pery Martínez, al que hizo debutar, pese a reconocer después que sabía que todavía estaba desubicado. Los cambios hicieron que el partido se abriera y el caudal ofensivo albiazul creció, lo malo es que también lo hizo el charro y Quique Martín aprovechó el espacio para penetrar por su carril y puso un buen balón a Miku, quien puso en la escuadra el primer remate a puerta de su equipo en 74 minutos.

Pese a que a muchos se les despertasen viejos fantasmas -Miku ya provocó la destitución de Mandiola en Irun- el equipo no se hundió y tras dos buenas oportunidades en las que a De Marcos e Igor les faltó tranquilidad, ya con el tiempo cumplido Casar rescató un punto al cabecear un saque de esquina, dando un poco de tranquilidad.

Manix Mandiola entiende que el equipo logró «dar un paso hacia adelante»

Manix Mandiola, que dijo desconocer si había estado o seguía cuestionado, se mostró bastante satisfecho con el partido de los suyos, especialmente con la «actitud». «Hemos estado puestísimos todo el partido sin esperar a ir 0-2 para reaccionar. El rival nos ha hecho correr muchísimo y colectivamente el equipo ha estado bien respecto a otros partidos».

En este sentido, entiende que el equipo dio ayer «un paso adelante, no dos porque no pudimos ganar. No puedo ser objetivo pero ha sido un partido serio, muy trabajado y con buena actitud. Hemos roto una dinámica mala. No estoy contento pero cuando no se puede ganar por lo menos hay que puntuar», señaló. «Antes también había ganas pero cuando estás con miedo cuesta que el equipo dé dos pasos para adelante, con el miedo das otro para atrás».

Preguntado por si había vivido el partido de forma especial por la amenaza de despido que se decía había sobre su cabeza, el de Eibar respondió relatando que, hace tres temporadas fue cesado por el Real Unión tras perder 0-1 con gol de Miku, por lo que «cuando he visto que ha marcado él. he pensado que el año que viene debo tenerlo en mi plantilla».

Sobre los cambios introducidos en el equipo, Mandiola negó que el hecho de hacer debutar a Juanjo supusiera un castigo a Javi Guerra, al que ahora mismo ve sin chispa. «El domingo es cuando se ve, pero para nosotros el equipo cada semana se parece más a lo que queremos. Los refuerzos nos vienen bien, no porque sean mejor que los que había, sino porque hay más competitividad, que cada jugador sepa que no se puede guardar nada».

No obstante, sí dejó entrever cierta desconfianza en la plantilla al declarar que había sacado al hondureño Pery Martínez «para dar color y chispa al equipo, aunque con tanto viaje que ha tenido casi no sabía ni dónde estaba». ORMAZABAL

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