Sociedades científicas implicadas en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades causadas por el virus del papiloma humano y la Asociación Española contra el Cáncer han consensuado un documento en el que recomiendan la aplicación de la vacuna profiláctica.

En la comparecencia celebrada en Donostia, el coordinador del documento, Javier Cortés, y el médico del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Basurto, Daniel Andía, dieron cuenta de la alta incidencia del virus. Según los datos, 102 mujeres son diagnosticadas cada año en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa de cáncer de cuello de útero y 28 acaban falleciendo.

Pero además de los casos de cánceres invasivos, los facultativos han alertado del aumento de la tasa de «enfermedades preinvasoras», que «se prolongan a lo largo del tiempo», lo que «puede llevar a las pacientes a estados de ansiedad, a padecer problemas a nivel económico, personal o desde el punto de vista reproductivo».

En los últimos días la citada vacuna se ha puesto en cuestión después de que dos niñas de Valencia hayan tenido que ser ingresadas. Los médicos afirmaron que la citada vacuna tiene «los más altos perfiles de seguridad» y que «la secuencia no equivale a consecuencia».

Entre 11 y 14 años

El documento recoge como recomendación principal vacunar contra el virus a las niñas que tienen una edad entre 11 y 14 años, debido al máximo potencial preventivo que se logra al no haber estado las menores en contacto con el virus, que «en el 100% de los casos», según aclaró Andía, se transmite a través de las relaciones sexuales.

Además, aboga por la prolongación de la edad de vacunación hasta los 26 años por los favorables datos de respuesta inmunitaria que han sido registrados, ya que «el hecho de tener relaciones sexuales no contraindica la vacuna», subrayó Andía.