Elecciones del 1 de marzo
«Ni el proyecto republicano ni el independentista son materializables, es evidente»
Candidato a lehendakari por Ezker Batua
A sus 48 años, el todavía consejero de Vivienda y Asuntos Sociales es por quinta vez consecutiva candidato a lehendakari por Ezker Batua. Tras ocho años en los gobiernos presididos por Juan José Ibarretxe, este profesor de Filosofía en excedencia aspira a acumular fuerzas para, en el Ejecutivo o en la calle, intentar hacer una política de izquierda con el federalismo en meta.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
>Consciente de que el panorama político vasco se complica aún más con la primera exclusión de la izquierda abertzale de la Cámara de Gasteiz, el candidato a la Lehendakaritza por Ezker Batua apunta a PNV y PSE como los únicos beneficiados por el «apartheid político» a los independentistas vascos.
¿El Gobierno tripartito va a pasar factura a Ezker Batua?
No, todo lo contrario, nos ha hecho ser una fuerza política más madura, con más experiencia, con más conocimiento de los temas y, por tanto, con más capacidad para pedir la adhesión ciudadana, porque somos una fuerza que ha demostrado hacer oposición desde la izquierda pero también gobernar desde la izquierda haciendo políticas de carácter social. Hemos hecho una buena síntesis entre ser fuerza de lucha y ser fuerza de gobierno al mismo tiempo.
Los abandonos de militantes significados, ¿no les sitúan en una posición comprometida?
Es una anécdota. La actual dirección tiene una mayoría y un respaldo más alto que nunca, por encima del 80% y, por tanto, estamos en un momento de mucha unidad y cohesión interna. Otra cosa es el grado de amplificación mediática que se quiera dar a estos asuntos. Vamos más unidos e ilusionados que nunca a las elecciones.
Les acusan de practicar una política de derechas; de haber sido una comparsa del PNV.
La gente no piensa eso. Hemos hecho una política que hasta ahora no había hecho nadie. Ni el PSE cuando gobernó trece años con el PNV ni la izquierda abertzale cuando apoyó al PNV, que le dio un cheque en blanco. Nos encontramos con cero viviendas en alquiler ¯700 en concreto¯ y ahora hay 17.000. De cada 100 viviendas que se ponen en marcha en Euskadi, 48 son protegidas; en el Estado son 10 de cada 100. No se había movilizado ninguna vivienda vacía para el alquiler, hoy hay más de 4.000 y antes se especulaba con la vivienda, porque se vendía como libre la protegida, y ahora no se puede vender nunca. Antes se adjudicaban a dedo y ahora todas se sortean.
No había una Ley de Servicios Sociales que cohesionara el sistema de servicios sociales y que reconociera el derecho subjetivo a los servicios sociales y situara a éstos como el cuarto pilar del estado del bienestar. Antes no se reconocía el derecho de adopción de gay y lesbianas. No había una Dirección de Participación de Ciudadana ni de Inmigración. No había un reconocimiento a las víctimas del franquismo y tantas y tantas cosas. Eso es hacer política de izquierda con tres escaños, con 65.000 votos, cosa que no han hecho otros con mucha representación sea Batasuna o el PSOE.
¿La exclusión de la izquierda abertzale de la Cámara de Gasteiz no complica aún más el panorama político vasco?
Lo complica mucho. A la paz no se va a llegar con la violencia de ETA ni con la ilegalización. Lo lamentable es que la Ley de Partidos se utiliza a conveniencia del PSOE y PP. El PSOE lo que busca es tener más facilidades para llegar a Ajuria Enea de la mano del PP. Lo hace por conveniencia electoralista y partidista. En la búsqueda de la paz y de la normalización política no caben los atajos. Se equivocó González montando el GAL, se equivoca ahora Zapatero utilizando la Ley de Partidos en beneficio propio. De esta ilegalización se van a beneficiar PSE y PNV, que se van a llevar la mayoría de los escaños y va a hacer que haya un Parlamento distorsionado, que no responda a la realidad de Euskadi con un 70%, por lo menos, de PNV-PSE, que no tienen ese peso en la sociedad vasca.
¿Qué legitimidad tendrá?
Va a tener legalidad y legitimidad escasa, como tiene una legitimidad escasa el Congreso de los Diputados o muchos ayuntamientos vascos, donde se aplica una ley electoral injusta. Izquierda Unida con un millón de votos tiene dos escaños, otros con 300.000 tienen 7 escaños.
Esta exclusión estaba anunciada, ¿qué ha planteado el tripartito para remediarlo?
Esto dependía del PSOE y de Batasuna. El PSOE anulando la Ley de Partidos y Batasuna desmarcándose de la violencia. Ni el uno ha hecho una cosa ni el otro la otra; por tanto, no nos pueden echar ahora este peso a nuestras espaldas. Además, tenemos la tranquilidad de que ninguno de los escaños de EB va a depender de la ilegalización o no de la izquierda abertzale, de manera que los que vamos a sacar lo vamos a sacar con izquierda abertzale o sin ella.
El actual marco satisface cada vez a menos ciudadanos de la CAV, ¿cuál es su apuesta?
El modelo del Estado de las Autonomías, que hace aguas por todos los lados, tiene que dar paso a un Estado federal, plurinacional, republicano, que reconozca el derecho de decisión de los pueblos. Entre tanto, por lo menos, que se complete el Estatuto, pero ése no es nuestro objetivo final. Quedan 36 competencias pendientes.
¿Ese Estatuto se va a completar como proclama el PSE?
No. Me da pánico cuando el señor López habla de hacer un nuevo pacto. Creo que le llama una actualización, que suena a involución. ¡Qué no lo actualice, por favor! ¡Qué lo dejen como está y que lo cumplan! La actualización que plantea son más recortes e incumplimientos.
¿Todos los proyectos son defendibles? ¿Y materializables?
Es evidente que no. Hoy no es materializable el proyecto republicano ni el independentista. No somos independentistas, pero creemos que los que sean independentistas tienen que, si algún día tienen mayoría, poder llevar adelante su proyecto y los que somos republicanos podamos abolir la monarquía.
¿Se puede hacer algo?
Seguir abriendo debates y planteando iniciativas, sabiendo que tenemos que sumar más adhesiones sociales que las que hemos sumado. Creo que está habiendo un debate a fondo sobre el derecho a decidir, que es un debate nuevo en Euskadi, y también en el terreno republicano se están abriendo nuevos debates sobre el agotamiento de la monarquía, de lo absurdo de la monarquía en pleno siglo XXI.
Hay que reconocer que el sistema es poderoso y tiene unos medios de comunicación muy potentes. Las conciencias no han despertado lo suficiente; tenemos que seguir haciendo pedagogía política con iniciativas en la calle y en las instituciones.
¿Ezker Batua puede ser determinante en la conformación del próximo Ejecutivo?
Lo que ahora está en juego no es sólo la conformación del Gobierno, sino que haya una izquierda fuerte en el Parlamento que defienda a los trabajadores, a los parados, a los que les amenazan con un ERE, a los que no pueden pagar su hipoteca o su alquiler; para eso, va a ser determinante. Patxi López apela al cambio, pero va a ser un «cambiazo» lo que nos ofrece, porque lo único que hace luego es ir de la mano del PNV y PP en las grandes políticas económicas, fiscales, medioambientales, energéticas,...¿Cuáles van a ser los retos?
Conseguir 100.000 empleos. Para eso hace falta cambiar la política fiscal, para incorporar 5.000 millones de euros cada año —20.000 en total— luchando contra el fraude, recuperando el impuesto de patrimonio, subiendo el de sociedades al 35%, incorporando las rentas de capital mobiliario a la renta general para que tributen no al 18% sino al que les corresponda. Apostando por un endeudamiento mayor para conseguir empleo para la gente que está en paro. Ése es el reto.¿Eso no es remar contra corriente, viendo lo que hacen el PSOE y el PNV?
Claro, a la gente hay que decirle que no se engañe, que defienda sus intereses, que no vote a partidos que le van a dar la espalda.Consciente de que no es tiempo de hablar de pactos, ¿es partidario de repetir con el PNV o profundizar en una alianza con el PSE?
Programa, programa y programa. Vamos a acumular fuerzas desde la izquierda y luego ya veremos el panorama que se abre. Sobre todo acumular fuerzas para que sea desde el gobierno, sea desde la oposición, los trabajadores tengan una fuerza política que les defienda en la calle y en las instituciones.«Ni nacionalismo, ni españolismo, Sólo izquierda». ¿No es un guiño al señor López?
No, es un guiño a la izquierda. Ahora lo que está en juego no es el debate identitario entre patrias, que no nos engañen con esto los unos y los otros. Lo que está en juego es el modelo social, económico y fiscal.La ciudadanía tiene dudas sobre su posición ante la «Y vasca». Ustedes dijeron estar en contra pero apoyaron sus presupuestos.
Es la misma, de rechazo. Hemos planteado en los Presupuestos enmiendas propias al TAV y seguimos siendo críticos. Nos parece que es un proyecto que no apuesta por el desarrollo sostenible, que no resuelve los problemas de transporte que tiene Euskadi. Somos conscientes de que estamos en minoría y no queremos que se paralice matando a gente y, por tanto, debemos reconocer que no hemos sido capaces de articular un movimiento de respuesta de masas en la sociedad. A.G.