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PATAGONIA Liberación

Villanueva y Fravresse, en libre y en un gran estilo

Sean Villanueva, Nicolas Favresse y Ben Ditto se hacen con la primera en libre de la cara Este de la Torre Central del Paine. El trío ha liberado la vía Sudafricana, abierta hace 35 años.

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Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA

El binomio belga Sean Villanueva-Nicolas Favresse funciona a la perfección. Sobre todo, apuestan por la escalada tradicional, y, gracias a la experiencia adquirida, podemos afirmar que son dos de las referencias actuales de la modalidad. Le dan a la deportiva, pero, en general, se sienten muy a gusto con la escalada de compromiso; léase, escalada en fisuras, tapias en libre muy limpias de seguros fijos... Y todo ello lo adornan con un estilo impecable y con grandes dosis de dificultad.

La última demostración de ese repertorio nos acaba de llegar desde la Patagonia chilena; más concretamente desde la Torre Central del Paine. Allí, en su cara Este, Villanueva y Favresse, junto al fotógrafo estadounidense Ben Ditto, han firmado la primera en libre de la vertiente. Esta vez no han abierto nueva ruta, sino que han liberado la ruta Sudafricana. Un total de 1.200 metros de verdadero libre con dificultades de hasta 7b+.

Antes de partir hacia las Torres del Paine, el dúo belga «calentó» en un escenario del que están enamorados: El Capitán (Yosemite). Durante el pasado octubre se hicieron con The Secrets Passage, una línea de 15 largos, totalmente en libre y con dificultades técnicas por encima del octavo grado.

Tras su nueva aportación en el Big Stone, los belgas liberaron el pasado día 2 la vía Sudafricana. Se trata de un itinerario en artificial del duro (tiradas de A3 y A4) adelantado a su tiempo. Abierta entre 1973 y 1974 por Paul Fatti, Art McGarr, Mike Scott , Richard Smithers y Roger Fuggl, sólo contaba con una única repetición.

«La ruta es una línea sorprendente que sigue un diedro gigante que literalmente parte en dos la cara Este. Es realmente hermosa y obvia. Habíamos oído hablar de tiradas muy duras, además de secciones afiladas que nos hicieron pensar que sería muy difícil lograrla enteramente en libre. Pero decidimos resolver nuestras dudas durante la ascensión, y seguir nuestro instinto», adelanta Favresse.

En total, fueron 13 días de trabajo, con largos en libre con dificultades sostenidas, siempre por encima del sexto grado y algunos de sétimo; dos de ellos, según los protagonistas, de 7b+. Como suele ser habitual en los dos belgas, unos pocos parabolts para asegurar la línea, que incluye una sorpresa con nombre de offwidth muy precario y pavoroso.

Larga y sostenida

Cómo no, el habitual clima patagónico también quiso marearles, pero, en términos generales, se portó. Para la estrategia de la escalada, los escaladores se decantaron por el estilo cápsula, y fijaron dos campos. En el primero, en la tirada 10, pasaron 10 jornadas. En el segundo, largo 17, otros 6 días; por motivos del mal tiempo, únicamente dos días no salieron de las hamacas.

Una vez terminada la liberación de la ruta Sudafricana, el trío, entre cervezas, asadito y fiesta, comenzaron a despiezar los intringulis de su nueva actividad.

Según asegura Favresse, hacía tiempo que le habían echado el ojo a la línea escalada: «Cuando repetimos la vía Riders of the Storm hace tres años, nos pilló de lleno la vía Sudafricana. Es uno de los mejores itinerarios y más lógicos de la cara Este de la Torre Central del Paine. Es sorprendente, de ésas que se te graban en la mente y no te la puedes quitar de encima. La vertiente Este es muy vertical, larga y sostenida. Nuestra experiencia en la Riders of the Storm nos dejó claro que la pared ofrece un granito de calidad excepcional y, así mismo, grandes posibilidades de escalar en libre».

Dicho y hecho. Los belgas y el estadounidense ya tienen objetivo. Solamente les resta recopilar información para una buena lectura de la línea: «Sólo teníamos una breve descripción que recibimos por correo electrónico y una única foto. Sigue una serie de bellas fisuras y diedros en libre, de esos que gustan a todos. Sobre el equipamiento del equipo sudafricano, tenemos que decir que sólo encontramos un para de espits. Y, eso sí, un montón de cuerda fija muy vieja que no correspondía a los escaladores que abrieron la ruta, sino a otras expediciones que se acercaron a esta pared. No tengo ninguna duda en afirmar que es un pecado toda esa basura que no ha sido retirada. Además, muchas de esas cuerdas fijas están en las placas iniciales, unas placas que se unen a otra línea. Lo que nos ha llamado realmente la atención es que la gran cantidad de cuerdas que penden en aquella cara no están en sintonía con las escasas salidas que se han llevado a cabo en la cara Este de la Torre Central del Paine. Sí, es una práctica sorprendente, y no entendemos cómo no las han retirado. También se veían muchas cuerdas en vías tan interesantes como Golazo o y La línea de locura».

Tiempo aceptable

Como hemos adelantado, Villanueva y Fravresse conocen de primera mano lo que se cuece en las Torres del Paine, y es que es su primera experiencia, en la ruta Riders of the Storm, firmaron una muy buena escalada en libre; estuvieron a muy poco de liberar enteramente la vía.

Así pues, saben asímismo de qué va el tiempo en las moles de la Patagonia chilena. En esta última actividad también han tenido tiempo de «aburrirse», ya que en más de una ocasión tuvieron que ver desde el campo base cómo el viento, la nieve y la lluvia realizaban su función. A pesar de todo, tal y como confirman los protagonistas de estas páginas, las condiciones no fueron una total locura. Les dio tregua para los 13 días que estuvieron en la pared, y, además, en casi todas las jornadas pudieron escalar.

Favresse añade que sólo dos días tuvieron que enclaustrarse en las hamacas: «La verdad sea dicha, estamos contentos con el tiempo que nos ha hecho. Nos dejaba escalar, y eso ya es mucho. Hacía frió y nevaba, pero la situación no era ni mucho menos extrema. Eso sí, algunas tiradas de la parte superior no se encontraban en las mejores condiciones posibles para la práctica de la escalada libre». Y es que las fisuras de esos largos estaban llenas de hielo y nieve.

13 días de pared y dos campos fijados en la ruta de 1.200 metros. El primer campo lo organizaron en el largo 10, en el conocido como Shatlered Pillar; allí pasaron una semana. El otro campo lo fijaron en el largo 17, en la zona llamada Boening Ledge.

Sobre las dificultades técnicas que tuvieron que enfrentarse, los alpinistas belgas informan que fue en general un libre duro: «Escalamos dos largos de 7b+. El primero es un fantástico diedro , y el segundo se caracteriza por una sección muy a bloque. En este largo metimos un parabolt a mano para proteger una variante que sale al lado de la línea original de artificial de la expedición sudafricana. En general, las protecciones son buenas, sobre todo en las fisuras. Lo que también nos llamó la atención fue un offwidth que protegimos con un camalot del número 6. A todo ello, hay que añadir los problemas generados por el tiempo que hacía bastante duro el transporte de todo el material. Y, cómo no, las dificutades habituales de vivir en la pared».

Con esta última actividad, la liberación de la vía Sudafricana (tercera ascensión absoluta), Villanueva y Favresse han dejado más que claro que lo suyo es el libre el gran pared. «Nos gusta la escalada libre y, al mismo tiempo, liberar rutas que se han abierto en artificial. Ambas apuestas nos gusta por los elementos de exploración y aventura que llevan consigo. Percibimos las mismas sensaciones a la hora de abrir una tapia en libre como cuando liberamos muchas tiradas de artificial. Y, sin ningún lugar a dudas, cuanto más pequeño sea el grupo, pues mucho mejor. En esta escalada hemos sido tres. Una última reflexión: nos ha impresionado mucho lo que hicieron los sudafricanos. Una gran apertura con muy pocos espits».

13 dias en pared

Los alpinistas escalaron en estilo cápsula, y fijaron dos campos: largos 10 y 17. Durante toda la actividad, sólo dos días no salieron de las hamacas por el frío y el viento que azotaban la pared

Todo en libre

La vía de 1.200 metros de longitud contaba con tiradas en artificial de A3 y A4. Los belgas superaron dificultades en libre de hasta 7b+, así como un offwidth precario y pavoroso que aseguraron con un camalot del 6

suciedad

Los escaladores han denunciado el gran número de cuerdas fijas que no han sido retiradas por expediciones anteriores. Así mismo, alaban la apertura de los sudafricanos

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