Karzai logra ser invitado a los debates sobre los planes de Obama
El presidente del Gobierno títere de Afganistán, Hamid Karzai, consiguió que se acepte su pretensión de enviar una delegación a las conversaciones que marcarán la nueva política del presidente de EEUU, Barack Obama, en el país asiático. Las relaciones entre Washington y Kabul no atraviesan su mejor momento, ya que EEUU está planteándose el hasta ahora apoyo incondicional a Karzai, que ha sido incapaz de frenar la insurgencia talibán.
GARA |
Afganistán participará en la revisión que EEUU va a realizar sobre su estrategia en la región, según anunciaron ayer en Kabul el presidente afgano, Hamid Karzai, y Richard Holbrooke, el enviado especial de EEUU a Afganistán y Pakistán.
El Gobierno afgano enviará una delegación a Washington, al frente de la cual estará el ministro de Exteriores, Rangeen Dadfar Spant, para participar en los debates sobre la revisión de la estrategia, indicaron Karzai y Holbrooke tras su encuentro en Kabul.
Karzai señaló que había enviado una carta al presidente de EEUU, Barack Obama, en la que le solicitaba que su Gobierno estuviera presente en este proceso. «Estoy muy, muy agradecido al presidente Obama por haber aceptado mi propuesta de que Afganistán participe en la revisión de la estrategia de lucha contra el terrorismo».
Las relaciones entre Washington y Kabul no atraviesan su mejor momento, ya que Obama es mucho más crítico que su predecesor con la política de Karzai, hasta el punto de que EEUU se cuestiona si debe seguir manteniendo su incondicional apoyo al presidente afgano, que deberá presentarse a las elecciones en agosto.
El incremento de los ataques talibán, que han llegado hasta el corazón de Kabul, no ha contribuido a mejorar esta relación, ya que ha puesto en evidencia la inoperancia del Gobierno de Karzai para hacer frente a los insurgentes pese al apoyo militar y financiero de Occidente.
En este sentido, Karzai reveló la pasada semana que el presidente de EEUU no se había puesto en contacto con él desde que tomó posesión el 20 de enero. En una entrevista publicada el jueves, Karzai llegó a hablar de «crisis» entre Kabul y Washington.
Holbrooke fue recibido el sábado por Karzai e indicó que portaba un mensaje personal de Obama, «un mensaje de apoyo al pueblo afgano y al Gobierno democráticamente elegido de Afganistán».
El presidente afgano no reveló los detalles de su conversación con Holbrooke, quien se encuentra de gira por la región, pero la calificó de «fructífera y detallada, realizada de manera sincera, amistosa y franca».
Karzai aplaudió la decisión de las tropas estadounidenses de tomar «medidas específicas» para reducir las muertes de civiles y suspender los registros nocturnos, al tiempo que se incrementará el entrenamiento de tropas afganas, que cada vez cobrarán más protagonismo.
Antes de llegar a Afganistán, Holbrooke estuvo en Pakistán. En la última fase de su visita a la región, visitará India.
El programa de Obama incluye un incremento de las tropas estadounidenses en Afganistán, así como un aumento de las operaciones contra Al-Qaeda y los talibán en Pakistán.
En este sentido, en los próximos días deberá decidir cuántos soldados estadounidenses más enviará a Afganistán, que deberían corresponder a los que abandonen Irak.
El presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, felicitó ayer a los veteranos de la guerra de Afganistán con motivo del vigésimo aniversario de la retirada de las tropas soviéticas.
«Hoy expresamos nuestro profundo respeto a los soldados y oficiales, a los sargentos y generales, a los médicos y especialistas civiles, a todos aquellos que manifestaron valor y entereza y cumplieron con honor las tareas del mando», señala el mensaje de Medvedev.
El presidente agregó que Rusia recuerda especialmente a aquellos que «cumplieron con su deber con la patria al precio de su propia vida» y destacó que el espíritu de los combatientes en Afganistán es necesario en la Rusia de hoy, «especialmente en lo que se refiere a la responsable labor de educar a la juventud en el espíritu del patriotismo, del deber ciudadano y del servicio desinteresado a Rusia».
El 15 de febrero de 1989 el teniente general Boris Gromov fue el último militar soviético que se retiró de Afganistán. Cerca de 15.000 soldados soviéticos murieron en esa guerra, en la que participaron más de 620.000 militares durante los diez años que duró la contienda.
«Hay que recordar y ayudar siempre a aquellas personas que estuvieron en Afganistán y en otros puntos calientes. Si el Estado les envió allí, debe preocuparse por ellos», declaró ayer Gromov, que actualmente es el gobernador de la provincia de Moscú.
La antigua república soviética de Tayikistán -fronteriza con Afganistán- también celebró ayer el aniversario con un acto solemne en Dushambé en el que participó el viceprimer ministro Sergei Ivanov.
