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Liga ACB Derbi en Illunbe

La teoría de los vasos comunicantes beneficia a Bruesa GBC

El conjunto guipuzcoano logró su primer triunfo en 2009 a costa de un Bilbao Basket que no pudo nada ante el chaparrón de triples que le cayó en el segundo cuarto. Los veteranos del equipo local evitaron cualquier atisbo de remontada bilbaina.

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BRUESA GBC 87 | BILBAO BASKET

La victoria de Bruesa GBC en Illunbe supuso la derrota de Iurbentia Bilbao Basket. Una afirmación digna de Pedro Grullo, o una excusa para deducir que, según la teoría de los vasos comunicantes, del derbi de ayer sólo iba a salir un beneficiado. Huelga decir que, en efecto, el cuadro entrenado por Pablo Laso fue quien salió victorioso. Cosa, desde luego, nada baladí para un conjunto que arrastraba una racha de seis derrotas consecutivas, y que no conseguía ganar desde aquel milagro ante Unicaja. El triunfo de ayer supone un señor respiro en su objetivo de la permanencia. Mientras, la octava plaza se pone un poco más difícil para los hombres de negro, aunque en honor a la verdad hay que reconocer que sus rivales directos no se aprovecharon de su derrota.

Para consuelo de la salud de los donostiarras, el triunfo de ayer no fue un drama con final feliz, sino la consecución de un derbi en el que fue mejor que su adversario y en el que rompió el devenir del choque con un parcial espectacular de 30-12 en el segundo período.

Y es que el tiro, ese aspecto tan importante en el que los de Pablo Laso han estado negados durante tantos y tantos partidos -el derbi ante Bilbao Basket en el BEC, por ejemplo, o el choque de Illunbe frente a Cajasol-, fue ayer la clave para la victoria donostiarra.

Movimiento de balón

No obstante, no es justo limitar al acierto el cúmulo de parabienes que por el choque de ayer se hizo merecedor Bruesa Gipuzkoa Basket.

Después de un primer cuarto con muchos puntos y poca defensa mutua (20-23), los hombres de Laso rompieron el partido a base de buen juego. En defensa, se pudieron ver presiones tras tiros libres o zonas 2-3 y 3-2 con presión desde arriba. Una vez más, Carlos Andrade subió el nivel de la retaguardia guipuzcoana, mientras que Bilbao Basket se perdía entre sus propias dudas. Si en la primera parte Janis Blums lideraba el juego bilbaino, la entrada de Salgado y Guardia supuso el colapso total por parte vizcaina. Los aleros bilbainos estaban bien amarrados por la pegajosa defensa local, mientras que Guardia encontraba una descarada invitación al lanzamiento y al lucimiento. Pero claro, Guardia no es Dirk Nowitzki, y las carencias, cuanto más alumbran los focos, se notan más.

No obstante, el golpe sobre la mesa se produjo en el ataque. Primero fue Lou Roe y después Sergio Sánchez quien definió desde más allá de la línea del triple. Ahora bien, el «secreto» del inaudito acierto en el tiro de tres estuvo en un juego sorprendentemente bien trenzado por los donostiarras. Jugando directo y sencillo, rompiendo una defensa bilbaina que hizo aguas en muchos momentos, los balones no tardaban en llegar bajo la canasta de los hombres de negro, haciendo que éstos se replegasen. Como mandan los cánones, los interiores donostiarras doblaban los balones para que los tiradores, tan poco acertados habitualmente, hicieran del aro bilbaino una piscina olímpica. Fácil, sencillo y para toda la familia. Desde estas mismas páginas se ha criticado al conjunto de Laso, pero por lo que al partido de ayer respecta, nada que objetar. También hay que subrayar que Laso supo rotar a su plantilla mejor que Vidorreta.

Triple va, triple viene, el descanso llegaba con 50-35 en el marcador, y la lesión de Quincy Lewis por parte bilbaina -al parecer, el de Little Rock sufre un fuerte esguince de tobillo-. No obstante, ni los más acérrimos seguidores locales se atrevían a lanzar las campanas al vuelo.

Ansiedad

Como era de prever, el partido decayó tras el receso. Vidorreta buscó la sorpresa presionando y poniendo en funcionamiento una defensa en zona 1-3-1.

Por parte donostiarra Sergio Sánchez volvió a entrar en uno de esos agujeros negros mentales que acostumbra, aunque la irrupción de Bojan Popovic pudo salvar su atolondramiento. Alex Urtasun puso la máxima ventaja en el luminoso: 66-43.

Los visitantes trataron de dar un puñetazo sobre la mesa, y fue en ese momento, a caballo del final del tercer período y del inicio del cuarto cuando llegaron sus mejores momentos. Salgado y Banic tomaron la responsabilidad y endosaron un parcial de 0-11 que hizo, en buena lógica de la teoría de los vasos comunicantes, que la hinchada local se acogotara y que emergiera la bilbaina, dispuesta a llevar en volandas a los suyos.

La ansiedad y los nervios hicieron presa a los dos equipos en los últimos minutos, pero esa ansiedad se convirtió en hambre y deseo para los guipuzcoanos, que volvieron a tirar de su «gerontocracia» para los minutos de la verdad. Primero fue Roe, con la ayuda de un buen Doblas, quien paró en seco el juego interior bilbaino; después fue Panko, al que por una vez no le importaron las faltas que llevaba, para pelear por balones sueltos y anotar varias canastas consecutivas. Por último, Bernard Hopkins, que tras sus siete puntos del primer período estaba inédito, salió del banquillo al grito de «dejadme solo». Tres canastas consecutivas suyas finiquitaron el partido hasta tal punto, que Laso se permitió el lujo de hacer debutar a Edgar San Epifanio.

Garaipen gosea talde biek izan arren, donostiarren sabela bakarrik ase du derbiak

Irabazteko gosea Gipuzkoa Basketek zein Iurbentia Bilbao Basketek zuten atzo eguerdian. Alabaina, nahiko argi geratu zen donostiarren sabela ase zela bakarrik. Adierazpenetan ere hala nabarmendu zen, Txus Vidorretaren adierazpenetan batik bat.

«Zorionak eman beharra dago Gipuzkoa Basketi, merezita irabazi digute-eta. Asko saskiratu dute urrinetik, eta latz defendatu dute; guk, berriz, partidari ongi ekin badiogu ere, arazoak azaltzeaz batera behera egin dugu eta ez dugu ez aurrean ez atzean jokatzen asmatu. Hirugarren laurdenetik aurrera hamar puntu ingurura hurbiltzeko aukerak izan ditugu, baina nahi eta ezin ibili gara».

Indautxuko entrenatzaileak beti bezain garbi hitz egin zuen eta gogor kritikatu zituen bere taldeko pibotak. Hori bai, ez zituen bere pibotak bakarrik kritikatu, ACBko aurreneko zortzien barruan amaitzeko helburua hizpide hartuta, bere jokalariek helburu hori betetzeko behar adinako kalitatea ote duten zalantzan jarri baitzuen. «Dragok -Pasalicek- asteartean bikain jokatu zuen, baina gaur -atzo- ez du piperrik egin; Salva -Guardia- ere beste horrenbeste; Marko -Banic- ere ez da talde honek behar duen bezain garrantzitsua izan. Bere balorazioa -22- ez da egiazkoa. Gure defentsak bat baten aurkako bakar bat ere ez du geratu. Pick'n rollaren defentsa negargarria izan da. Egungo saskibaloian, egoera horiek ongi defendatu ezik, zureak egin du. Eta hori nire jokalariek badakite; kontua da ez dakidala beti behar besteko mailarik eman dezaketen».

Pablo Lasoren iritziz, aldiz, «errotazioek min handia» egin zioten Txus Vidorretaren taldeari. «Barruko gizonak bilatzen asmatu dugu, eta haiengandik hasita kanpoko jokalariek jaurtiketa onak bilatu dituzte. Baina errotazioei esker hautsi dugu partida. Estatistiketan Andrade edo Marconatok gutxi egin dutela dirudi, baina defentsan egundoko indarra eman digute. Handik aurrera, abantaila ongi eutsi dugu, nahiz eta zenbait kontraerasotan huts egin. Bilbao Basket hurbiltzen ari zitzaigula ikustean ez dugu besorik jaitsi, taldeak irabazteko gogo handia erakutsi baitu».

Jokalarien artean ere nabari zen irabazle eta galtzaileen arteko aldartea. David Doblasen hitzetan, «taldeak lan handia egin du. Banic eta Salgado lotzen asmatu dugu eta hala sarritan lortzen dituzten puntu erraz pila bat saihestu ditugu. Lastima da beharrak jo arte esnatu ezinik gabiltzala!».

Pedja Savovicen iritziz, aldiz, «galdu arren zortzigarren postua gure helburua da oraindik ere. Horregatik, gaurko -atzoko- hutsa etxean Real Madrilen aurka zuzentzen saiatuko gara».

Buen debut de Fred Weis con el ViveMenorca

El debut de Fred Weis con ViveMenorca resultó un tanto sorprendente. El de Thionville anotó cuatro puntos y capturó siete rebotes, además de colocar tres tapones. Su equipo perdió 64-67 ante Kalise Gran Canaria, pero el gigante galo fue de lo más destacado.

Oleson y Haislip, jugadores de la jornada

Las respectivas derrotas de Unicaja y Alta Gestión Fuenlabrada no han sido óbice para que los estadounidenses Marcus Haislip y Brad Oleson hayan obtenido el premio al mejor jugador de la jornada. Ambos jugadores obtuvieron una valoración de 33.

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