El presidente del Consejo de Electos (CE), Jean-Jacques Lasserre, expresó ayer en Baiona su preocupación por el futuro de la estructura del Departamento que, en caso de que se vea mermada en sus competencias, podía tener consecuencias directas tanto en la institución como en el Consejo de Desarrollo y, por añadidura, en la forma de gestionar y llevar a cabo los proyectos emanados de dichos entes peculiares a los territorios de Ipar Euskal Herria.

Precisamente, la defensa de estos entes como instrumentos de respuesta a la especificidad vasca fue el objetivo de la reunión que el pasado miércoles celebró una delegación de sendos Consejos de la que formaban parte, entre otros, el propio Lasserre y el presidente del Consejo de Desarrollo, Jean-Baptiste Etcheto, con Edouard Balladur, encargado de redactar un informe sobre la reforma de las colectividades territoriales.

Los dos presidentes reconocieron que Balladur escuchó «con gran interés y atención las particularidades de esta modalidad experimental de gobierno» y se declararon «tranquilizados» respecto la nueva reordenación, ya que Balladur, aun sin prometer nada concreto, dejó entender que «entre sus hipótesis contempla tener en cuenta la especifidad de determinados territorios».

Sin embargo, Lasserre confesó no sentir la misma tranquilidad en cuanto al devenir del Consejo General. La impresión que extrajo en la reunión es que la nueva redistribución de competencias que perfila la Comisión Balladur vaciará de capacidad, sobre todo financiera, a dicha institución departamental, con lo que la realización de los proyectos aprobados por CD y CE en el plan Pays Basque 2020 podrían verse afectada, puesto que en muchos de ellos el Consejo General participa con aportaciones económicas y en otros se encarga de su ejecución.

Si dicha impresión se materializa, las dos estructuras -CD y CE- verían disminuidos, aunque sea de manera indirecta, los medios para llevar a cabo sus planes con lo que perderían efectividad.

Rumores y recelos

La falta de concreción y de información sobre la reforma de las colectividades territoriales está alimentando los rumores y recelos en cuanto a las instituciones existentes.

Todo parece apuntar a que las regiones y las mancomunidades serán reforzadas en detrimento de las competencias de los Departamentos, cuya desaparición también ha sido evocada.

Es por ello que Lasserre y Etcheto esperarán entre confiados y escépticos al informe final de la Comisión Balladur que precederá al proyecto de ley. Nicolas Sarkozy ha anunciado su intención de presentarlo a debate en la Asamblea Nacional en septiembre. La noticia llegaba en plena comparencia de Lasserre que irónicamente exclamaba que el Gobierno «no conseguirá amargarnos el verano».