El Parlamento de Kirguistán aprobó ayer el cierre de la base de Manas, la última que EEUU tiene en Asia Central para el aprovisionamiento de sus tropas en Afganistán en un momento en el que Wa-shington quiere reforzar sus operaciones contra los talibán.

El texto, que anula el acuerdo entre EEUU y Kirguistán de 2001 autorizando la instalación de la base de Manas, fue aprobado por 78 de los 81 diputados presentes en el momento de la votación. Sólo un parlamentario votó en contra.

«Es una decisión muy buena en interés de la soberanía de Kirguistán», declaró el diputado del partido presidencial Ak-Jol, Avtandil Arabayev.

«EEUU tiene 180 días para desmantelar su base», añadió Zainidin Kurmanov, también diputado de Ak-Jol.