De la escasez a la abundancia energética en China de la mano de la crisis financiera
La crisis tiene un curioso efecto positivo en los tradicionales problemas energéticos de China ya que, debido a la caída de sus exportaciones y de su actividad industrial, la fábrica del mundo ha pasado en pocos meses de la sequía energética a la superabundancia.
José ÁLVAREZ
China atraviesa todos los años por serias dificultades para garantizar el suministro en todo su territorio, con una demanda que hasta ahora se había disparado sin pausa durante la última década. Sus apuros llegaron a tal punto que la escasez eléctrica que se vivió en 2008 ya es considerada oficialmente como la peor de su historia. «Los problemas de 2008 ya están superados y durante 2009 la situación va a mejorar todavía más», explicó Liu Xinfang, jefe del departamento de prensa de la Red Estatal (eléctrica).
El año pasado, las peores nevadas invernales en medio siglo dañaron los equipos de transmisión eléctrica en el este y sur del país asiático, y el terremoto de la provincia de Sichuan, en mayo, redujo durante meses la capacidad de generación eléctrica del país en cuatro millones de kilovatios/hora, recordó Liu.
La escasez eléctrica de 2008 alcanzó los 40 millones de kilovatios, la peor de la historia, más de cuatro veces la cifra de 2007, según datos del Consejo Eléctrico Estatal. Sólo en los primeros diez meses del 2008, la producción de electricidad cayó el 5,2% en las centrales térmicas de un país que obtiene casi el 80% de su energía de la quema de carbón.
A las nevadas y el terremoto, que dificultaron durante meses el transporte y la actividad carbonera, se sumó la sequía en sus principales zonas de generación hidráulica, que todavía continúa en el norte del país, y a pocos días de los Juegos Olímpicos las centrales apenas tenían reservas de carbón para entre tres y siete días. Desde octubre, en cambio, sus reservas están en su nivel ideal por espacio de almacenamiento y seguridad en el suministro: en torno a los 55 millones de toneladas, lo que permite garantizar el suministro a las 541 centrales térmicas de la Red Estatal.
«En noviembre, las centrales llegaron a tener reservas de hasta entre veinte y treinta días, y ahora de nuevo la media es suficiente para garantizar quince días de suministro», detalló Liu.
Menor actividad industrial
La crisis financiera, que causó cierres de plantas industriales y despidos masivos en las zonas más concentradas en la exportación, como la provincia sureña de Cantón, ha provocado desde el otoño un importante descenso en la demanda energética.
Pese a las nevadas del invierno y el uso cada vez más masivo del aire acondicionado en las grandes ciudades durante el verano, el consumo eléctrico subió en China el 5,23% durante 2008, 9,57 puntos porcentuales menos que durante el año anterior, lo que supuso su ritmo de crecimiento más lento de los últimos ocho años.
Según el Consejo Eléctrico, esto se debió a la reducción de la actividad industrial, ya que el consumo siguió creciendo en los sectores de servicios y las zonas residenciales tanto urbanas como rurales.
Con todo, Liu recordó que «es difícil confirmar que (la caída del consumo) se debe a la reducción de la demanda (industrial), ya que todos los años el consumo desciende en primavera y en otoño, y muchas fábricas aprovechan ese momento para hacer el chequeo periódico de sus instalaciones».
En cualquier caso, la superabundancia actual de energía promete durar al menos durante todo 2009, ya que la capacidad de producción eléctrica del país aumentó el 10,3% durante 2008, hasta 792,5 millones de kilovatios/hora, en cifras de diciembre pasado, y la conclusión de nuevas infraestructuras la hará aumentar aún más. «Recientemente se ha terminado la línea de transmisión de la presa de las Tres Gargantas (en el río Yagntsé), y ahora que el embalse se ha llenado por primera vez hasta 170 metros, podrá transmitir (a otras provincias) hasta 18,20 millones de kilovatios», señaló Liu.
A esto se suma la entrada en funcionamiento, en enero, tras dos años de construcción, de la «línea de súper alta tensión» que la Red Estatal ha instalado entre las provincias de Shanxi y Hubei (centro este). La nueva infraestructura permitirá interconectar las redes norte y sur del país y garantizar el suministro en toda la mitad oriental de China, agregó el jefe del departamento de prensa de la Red Estatal.