Centenares de personas, la mayoría de ellas de nacionalidad rumana, participaron ayer en el funeral por las cinco personas que han fallecido a consecuencia del incendio que se registró el pasado jueves en la localidad burgalesa de Miranda.

En un primer momento fallecieron cuatro personas, pero anteayer se produjo una más. Se trata del padre de los dos niños y esposo de una de las fallecidas, que permanecía desde el jueves en el hospital de Gurutzeta, donde era atendido de las quemaduras que sufría en más del 40% de su cuerpo. El funeral, realizado bajo el rito ortodoxo por expreso deseo de la familia, se ofició en la iglesia de Santa María de Miranda, ubicada en el casco histórico de la localidad, la misma zona en la que se produjo el incendio.

Entre los asistentes al funeral estaban el delegado del Gobierno español en Castilla y León, Miguel Alejo, y la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio, quien informó de que «eran dos familias que deseaban volver a su país de origen, para lo que habían encontrado trabajo y papeles».

También señaló que la Policía Científica «aún no ha podido iniciar la investigación sobre las causas, porque el fuego se ha reavivado en las dos últimas noches, lo que impide entrar en el inmueble de la manera adecuada para realizar la investigación».

Los cuerpos de los fallecidos fueron enterrados en Miranda, al haber rechazado la familia la repatriación a su país.