Los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) reivindicaron el ataque aéreo contra el cuartel general de las Fuerzas Aéreas de Sri Lanka en el corazón de la capital Colombo. Según un comunicado difundido por la web tamilnet, «dos aviones de los Tamiles Negros del Aire -su fuerza aérea- llevaron a cabo un exitoso ataque aéreo», antes de que el Ejército derribara ambos aparatos. En la web se identifica a los pilotos fallecidos como el coronel Roopan y el teniente coronel Siriththiran, acompañados en una foto del líder tamil Velupillai Pirapaharan. Añade que ambos han sido condecorados con la medalla del Tigre Azul por haber realizado el atentado suicida.

El Ministerio de Defensa cingalés desmintió rápidamente la versión de la guerrilla. Aseguró que uno de los aviones se estrelló a causa del fuego antiaéreo contra el edificio del Departamento de Recaudación y que el otro fue derribado cerca de la base aérea militar de Katunayake, a 28 kilómetros de la capital.

El del viernes, es el séptimo ataque aéreo del LTTE, que suele emplear aviones ligeros Z-143 de fabricación checa.

El prolongado conflicto con Sri Lanka por la independencia y los derechos del pueblo tamil se ha cobrado casi 100.000 víctimas mortales. Los combates se recrudecieron a finales de 2008 cuando el presidente cingalés dio luz verde al Ejército para acabar con la guerrilla. En setiembre, ordenó la salida de todos los organismos humanitarios internacionales y de los medios de comunicación.

Las Fuerzas Armadas anunciaron hace un mes la toma de Kilinochchi y Mullaitivu, bajo control del LTTE. Ello motivó una nueva oleada de desplazados. Muchos huyeron a la selva.

La organización tamil TRO, la única que opera sobre el terreno, comparó la ofensiva militar cingalesa con la realizada por Israel contra Gaza. La población, además, carece de los más mínimos servicios básicos. Faltan alimentos, agua potable, lonas para cobijarse y protegerse de las fuertes lluvias monzónicas que desde noviembre han causado numerosos destrozos, antibióticos, antídotos para las mordeduras de serpientes etc.

La representante especial de la ONU sobre niños y conflictos armados, Radhika Coomaraswamy subrayó que «las imágenes de niños muertos, mutilados y heridos en la región de Vanni son perturbadoras».