El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a la CIA de estar infiltrada en la petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que en enero fue intervenida por el Gobierno. La Fiscalía, con el apoyo de la oposición, investiga una red de corrupción supuestamente montada por su ex presidente, Santos Ramírez, encarcelado en La Paz. Le acusan de «uso indebido de influencias y un consorcio para la construcción de una planta separadora de líquidos». Ramírez fue presidente del Senado en 2006 y fundador del Movimiento al Socialismo.

«Lamentablemente, ha habido presencia de la CIA en YPFB y algunos de nuestros compañeros han sido atrapados por esa infiltración externa», denunció durante una concentración de campesinos. «Después de que fracasaron en sacarnos del Palacio mediante el voto y un golpe de Estado civil, ahora vienen con el sector del petróleo».

Afirmó que denunciará «cómo desde el exterior, desde Estados Unidos, se protege legalmente a los corruptos que estaban dentro de Yacimientos con abogados expertos en defender a delincuentes».

En este contexto, recordó la estrecha relación de agencias de EEUU con la oposición.