Las saltadoras vascas cumplieron pronósticos hasta en el color de sus medallas durante la primera jornada de los Campeonatos de España en pista cubierta. La primera del certamen sevillano fue para Naroa Agirre, que sumó su séptimo oro bajo techo (tiene otros cuatro al aire libre), con una marca de 4,25 metros. La pertiguista donostiarra ha ganado las cinco últimas ediciones de forma consecutiva.

En condiciones normales está por encima de sus rivales, pero Naroa llegaba con un mes escaso de entrenamiento tras un período de rehabilitación para recuperarse de dos hernias discales que le perturbaron el último verano olímpico con fuertes dolores de espalda.

A la saltadora del Atlético San Sebastián, que posee 4,56 metros, le bastaron tres saltos para renovar título. Superó los 4 metros, 4,15 y 4,25 a la primera y efectuó sus primeros y definitivos nulos en 4,35 y ya sola en competición, después de zanjar el duelo con Mar Sánchez en 4,15. Esta vez pesan más las sensaciones que las marcas. La guipuzcoana ya tenía mínima para el Europeo de Turín -del 6 al 8 de marzo- y esta circunstancia puede animarle a decidirse.

Marta Mendia colecciona platas (9), como antes lo hacía con los oros (5) hasta que Ruth Beitia, campeona con 1,93, se puso a otro nivel. La saltadora navarra lleva 14 años sin bajarse del podio en este certamen y ayer, rondando los 34, logró su chapa número 15 -tiene un bronce de 1995-. Sin nulos hasta 1,85, la altura que le dio la plata, se atragantó en 1,87 pero su puesto siempre estuvo a salvo.

Maitane Azpeitia un año después repitió bronce en triple. Un mejor salto de 13,18 metros permitió a la oiartzuarra encaramarse al podio, mientras la navarra Rebeca Azcona en el mismo concurso terminó cuarta (13,03).

Además, Javier Sanz logró la medalla de plata en 60 metros. El vigente campeón de 200 al aire libre obtuvo en el sprint el mejor resultado posible teniendo en cuenta que el vencedor fue Angel David Rodríguez con (6.69), por los 6.83 del navarro. El Pájaro, nueve años mayor, todavía no está al alcance del velocista del Ardoi que en verano cumplirá los 20. Una salida nula retrasó la puesta en escena definitiva. Por la calle número 3 y con el mejor tiempo de reacción de todos los participantes (0.140), Sanz salió disparado hacia la plata.