Maite SOROA
Los resultados del camelo
Ya concluyó la cosa electoral en la CAV y los resultados están a la vista de todo el mundo. También se ha podido comprobar para qué sirve trucar la competición y marcar las cartas con más descaro que un truhán del Misisipi. Alguno lamentará ahora lo que anteayer fingía ignorar.
De las decenas, cientos, de artículos referidos al caso me quedo con el de Luis R. Aizpeolea en «El País». En su opinión, «el dato más relevante es que por primera vez en unas elecciones vascas, los partidos no nacionalistas han sumado más escaños que los nacionalistas». Lo que calla es que a quienes representaban nueve escaños hasta ahora, les han birlado su representación. Así cualquiera.
También reconocía el articulista de cabecera de ZP las dificultades que habrá de afrontar López si quiere el butacón de Ibarretxe, y adelantaba dos posibilidades. Ojo al dato: «Con estas premisas, López tiene dos opciones. La primera es gobernar en lugar de Ibarretxe, si el PP y UPyD, el partido antinacionalista de Rosa Díez, le votan en la investidura. La otra es que puede utilizar la fuerza constitucionalista mayoritaria para condicionar al PNV e intentar que sea otro miembro de este partido quien gobierne por Ibarretxe y con las condiciones del PSE. Si la primera opción es complicada, la segunda, quizás, más. Será difícil convencer al PNV que se desprenda de Ibarretxe cuando le ha dado su cuarta victoria en casi 11 años. Aunque no se sabe qué hará en una situación límite». La verdad es que antes de irse a casa algunos con capaces de pedir un cubata en el cuarto de socorro.
La satisfacción desbordante del escribiente de «El País» llega de la mano de otro argumento: «En todo caso, gobierne quien gobierne, las cosas van a ser distintas en Euskadi con un Parlamento vasco que, por vez primera en su historia, tendrá mayoría no nacionalista. En el Parlamento vasco ya no tendrán cabida ni planes soberanistas ni aventuras políticas ni complicidades con el terrorismo. Las urnas reconocen la pluralidad vasca y cierran definitivamente la etapa del pacto nacionalista excluyente de Lizarra, que ha encarnado Ibarretxe desde que fue elegido lehendakari hace diez años». Sería «excluyente» si lo dice Aizpeolea, pero aquél sí representaba a la mayoría y no el camelo que han organizado ahora.