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IZARONEWS.COM Patxi Igandekoa 2009/3/2

Cómo gobernar Euskadi y no cagarla en el intento

Finalmente se ha producido. PSE, PP y UPyD tienen escaños suficientes para impedir la formación de un gobierno nacionalista. ¿Habrá cambio histórico? (...)

Sin embargo en la fórmula de la gobernabilidad entran factores que en los momentos iniciales de euforia no se tienen en cuenta: el mayor peso efectivo del voto nacionalista, la inercia histórica de tres décadas, que ha conformado una Euskadi basada en cuadernos de especificaciones nacionalistas (con ikurriñas e iconos oficiales que son aceptados sin escrúpulo hasta por el mismo Basagoiti). También están los intereses creados y los pactos de financiación, la estabilidad política general y, finalmente, el problema no resuelto de la violencia. Y otro derivado del anterior: el de todos esos electores fantasma a los que no se les permite votar, pero que no van a dejar de existir solamente porque lo diga un juez. (...)

Asi que la senda de la gobernabilidad será larga y tortuosa. Su operativa, compleja y poco transparentes. Los resultados, imprevistos. Al final de este trayecto lo más probable es que haya una especie de arreglo entre los dos partidos más votados, PNV y PSE. Pero no sabemos qué será: coalición, pacto, o simple compromiso. Si se trata de un compromiso, no durará. Cada uno por su lado dedicará la legislatura a concentrar fuerzas, mientras se saca la foto y escenifica su parte del acuerdo.

Es demasiado pronto para emprender en serio la construcción de una Euskadi a imagen y semejanza de sus promotores políticos (da igual si se trata de nacionalistas vascos o constitucionalistas españoles), y probablemente siempre lo será. En tal sentido el futuro también exige cambios en el paradigma ideológico. No tiene mucho sentido esforzarse por estar siempre intentando manipular una realidad que prefiere cuidar de sí misma. La misión del político tal vez no consista en cambiar el mundo, sino en otro tipo de trabajo: difundir ideales, escribir discursos, ilusionar a la juventud, debatir con apasionamiento sin perder el norte de la buena educación, dinamizar a las masas, educarlas en sentido democrático y fomentar la cultura del liderazgo. En resumen, dejarse de pasteleos y dedicarse un poco más a la actividad vocacional. Hay demasiados funcionarios en política. Lo que se necesita son políticos de verdad.

Anoche, mientras un deprimido y pusilánime Gobierno Vasco se demoraba en las cifras poco significativas del recuento, tuve ocasión de inspeccionar los reales de los grandes protagonistas de la jornada: el Hotel Domine y Sabin Etxea. Más contrapuesto no podía haber sido el clima que se respiraba en uno y en otro. Daba la impresión de que se hubieran invertido los papeles y cada uno estuviera en el lugar del contrario, el PSE como vencedor de las elecciones y el PNV en honroso pero enfurruñado segundo puesto.

(...) También [El PNV] tiene la misión de renovarse. Sus bases no están contentas, y han disimulado su frustración en aras de un triunfo electoral que, como se ha visto, en el fondo no merecía tantos esfuerzos. Ahora ya no tiene sentido andar ocultando aspiraciones soberanistas o el malestar causado por la prepotencia de los altos cargos. ¿Y qué sucederá en caso de que Ibarretxe se vea obligado a retirarse para impedir la formación de un gobierno españolista? Eso no va a hacer nada feliz al txapela de a pie, que ha creído en él y le ha jaleado (...).

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