El Ejército venga a su jefe matando al presidente de Guinea-Bisau
Tras acusarse recíprocamente de atentados fallidos, las profecías se han cumplido. Horas después de que el jefe del Estado Mayor, Tagmé Na Waié, muriera al explotar una bomba bajo su despacho en el cuartel general del Ejército, los militares irrumpían en la residencia presidencial matando al presidente del país, Joao Bernardo Vieira. Guinea-Bisau, escenario de golpes de estado recurrentes, es ahora puerto de tránsito de la cocaína sudamericana a Europa.
GARA |
El presidente de Guinea, el golpista Joao Bernardo Vieira, murió a tiros cuando huía de un grupo de militares horas después de la muerte en atentado de su rival y jefe del Estado Mayor Tagmé Na Waié.
El capitán de fragata Zamora Induta confirmó que el presidente Vieira murió cuando intentaba huir de su mansión, asaltada por militares leales a Na Waié, muerto la víspera en un atentado con explosivo en el cuartel general del Ejército. La bomba fue colocada justo bajo las escaleras a su despacho.
El capitán Induta, responsable de Relaciones Exteriores del Ejército, había acusado al ejecutado presidente de ser uno de los «principales responsables de la muerte de Tagmé». «El país ha quedado a la deriva. Este hombre (por Vieira) ha bloqueado todas las expectativas de este pequeño país», añadió.
Horas después de su muerte a tiros, el Estado Mayor hizo público un comunicado en el que asegura que «el Ejército respetará el orden constitucional y la democracia» e instó a la población a no sublevarse.
La agencia France Presse confirmó que la situación a medio día de ayer en la capital del país, Bisau, era de calma. Un grupo de altos mandos militares, entre ellos los jefes de los estados mayores de los tres Ejércitos, se reunió ayer con el Gobierno presidido desde comienzos de enero por el primer ministro, Carlos Gomes Junior.
Según la Constitución, la Presidencia interina debería recaer en el presidente de la Asamblea Nacional, Raimundo Perreira, quien tendría 60 días para convocar nuevas elecciones.
Joao Bernardo Vieira, Nino, había cumplido 23 años en el poder en Guinea Bisau, ex colonia portuguesa situada entre Senegal y Guinea Ecuatorial. Golpista, fue destronado del mismo modo y volvió al poder en 2005.
Sus relaciones con el jefe del Ejército se habían deteriorado. A principios de enero, Tagmé Na Waié denunció un intento de atentado y acusó al clan presidencial de querer matarle.
El 23 de noviembre anterior, un grupo de militares irrumpió en la residencia presidencial matando a dos de sus guardias.
La corta historia de Guinea Bisau está plagada de golpes de estado, tentativas y motines militares. En los últimos años el país se ha convertido en punto de entrada de la cocaína procedente de Sudamérica hacia Europa.
La antigua metrópoli, así como la Comunidad de países de lengua portuguesa (CPLP) condenaron el magnicidio, al igual que París y los países miembros del bloque francófono, y las embajadas de EEUU y de Senegal.
La Unión Africana aseguró que estaríamos ante un golpe de Estado, el tercero que se registra en África en menos de un año (Mauritania y Guinea-Conakry).
El Consejo de Paz y Seguridad de la UA se reunirá de urgencia hoy mismo.
La Comunidad económica de Estados del África Occidental (Cedéao) relacionó el magnicidio con los intentos de democratizar el régimen. «Han asesinado a la democracia», denunció el secretario ejecutivo de la Cedéao, Mohamed Ibn Chambas. «Estamos intentando consolidar la democracia, la seguridad y la paz en la región. La muerte de un presidente y de un jefe del Estado mayor es algo muy grave». Una delegación de la Cedéao tenía previsto viajar a Bisau.