Los trabajadores de las empresas Orni y Dakigu, ubicadas en Bergara y dedicadas a la automatización de procesos industriales, han denunciado que se encuentran en «una situación desesperante con 47 familias en la calle y con la constante burla de los responsables de la empresa». En una nota, explicaron que la dirección les adeuda cuatro pagas , desde que a finales de diciembre argumentara una falta de pedidos para no pagar la nómina ni la paga extra. Sin embargo, la plantilla subraya que esta situación no se corresponde con un descenso e la producción ya que la carga de trabajo se mantuvo hasta finales de dicho mes. La empresa siguió pidiendo un esfuerzo a la plantilla en enero para hacer frente a la crisis, lo que fue aceptado por los trabajadores en asamblea.

«Llegado el fin de enero, la sensación es de que se han reído de nosotros, ya que seguimos sin percibir nada y las máquinas han estado saliendo», afirmaron. Además de ello, la empresa planteó un expediente regulación de empleo (ERE). Los trabajadores señalan que el ERE era «corrupto desde su elaboración», puesto que se negaron a acompañarlo de los correspondientes balances económicos incluso a requerimientos del juzgado.

Según relataron, lo mismo ocurrió cuando, posteriormente, solicitaron un concurso de acreedores y el juzgado de lo mercantil de Donostia exigió dichos balances.

Irregularidades

«La razón por la que no quieren entregar estos balances es que la situación no es tan grave que determine un cierre de la empresa y no se justifica el ERE ni el cierre concursal por motivos económicos», explicaron, y añadieron que además existen «una infinidad de irregularidades que han cometido los responsables de la empresa», tales como «la brutal descapitalización»sufrida en los últimos meses o «facturas falsas de entidades gestionadas por los mismos individuos».

Entre otras mencionaron la venta de un pabellón a Eroski hace tres años, obteniendo con ella un gran beneficio «que misteriosamente ha desaparecido».

Según los trabajadores de esta empresa, «Orni se ha caracterizado por una economía bollante con cuentas de resultados positivas y beneficios para sus dueños durante los cuarenta años de su existencia».