CCOO denuncia a la mutua Maz por recurrir el caso de cáncer laboral de Petronor
La mutua Maz ha recurrido la decisión de declarar el cáncer de paladar de un mecánico de la subcontrata Masa Norte de Petronor como «enfermedad profesional». La Seguridad Social reconoció la incapacidad absoluta del trabajador , que causó baja en 2007.
Juanjo BASTERRA |
CCOO denunció ayer que la mutua Maz ha recurrido el reconocimiento del cáncer profesional de paladar del mecánico José Antonio Díez Valtierra, como así fue dictaminado en los distintos informes de Osalan, la Inspección Sanitaria del Gobierno de Lakua y del Equipo de Valoración de Incapacidades de la Seguridad Social. El trabajador pertenecía a la subcontrata Masa Norte, que trabaja para la refinería de Muskiz.
Para la central sindical, «esta práctica es inadmisible y antiobrera» y supone «agravar, sin compasión alguna, el sufrimiento del enfermo. Es engañar con mentiras para eludir la responsabilidad sobre infracciones preventivas y tal decisión trata de ocultar las enfermedades profesionales para que sean tratadas como enfermedades comunes». En este sentido, Jesús Uzkudun, responsable del área de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, explicó que «esto es lo que permite que el cáncer profesional quede olvidado en nuestro país, a diferencia de lo que ocurre en Europa. Pese a existir una amplia legislación, aquí la mayoría de las instituciones sanitarias y laborales cierran los ojos».
Según explica la central sindical que dirige Unai Sordo, el recurso de la mutua Maz indica que «el enfermo ha estado trabajando poco más de cuatro años, plazo que se nos antoja escaso para desarrollar la dolencia que padece». Sin embargo, según denuncia CCOO, «la mutua de Petronor oculta que dicho período deriva del último contrato de este trabajador; aún así, no existen períodos mínimos de latencia y, además José Antonio Díez Valtierra cuenta con una antigüedad que se remonta a 1993».
También considera que «es escandaloso» definir como «aceptable» la exposición a cancerígenos como los hidrocarburos aromáticos o halogenados, «tras haber realizado el estudio ambiental tras detectarse las enfermedades; ya que se olvida la exposición histórica de los mecánicos en tareas de mantenimiento, o la precaria prevención sanitaria e higiénica que el servicio de prevención Maz ha ofrecido a la empresa».
CCOO recuerda que «no se puede hablar de probabilidad baja o leve de exposición a cancerígenos cuanto está científicamente y suficientemente demostrado que la seguridad frente a un cancerígeno es cero». Advierte que existen otros res casos de afectados y de otro con cáncer cerebral en la plantilla directa de Petronor.
Por último, CCOO asegura que «nuestra paciencia tiene un límite» y pide a la Seguridad Social que «ponga freno a estas prácticas patronales sin la más mínima ética, que están yendo en aumento» y anuncia movilizaciones <«para exigir la democratización de las mutuas, que se dedican a volcar sus recursos económicos y jurídicos para ocultar enfermedades profesionales y castigar más al enfermo, que padece el daño».
ESK, CGT, ELA y LAB de la planta de Michelin de Gasteiz afirman que Michelin «vuelve a mentir diciendo que desconocía los efectos del amianto, así como que la manipulación que se ha hecho del mismo no suponía riesgo». Esta declaración sindical llega,una vez de que Osalan y la Inspección de Trabajo han confirmado la existencia de amianto en la multinacional, lo que que provocó el cáncer de Francisco Javier Martínez Díaz de Zugazua, que falleció en noviembre del año pasado.
Las cuatro centrales confirman que se utilizó, manipuló y que se hizo sin protección alguna para la plantilla, «y de eso era conocedora la dirección de Michelin en Gasteiz».
La cuatro centrales sindicales recuerdan que facilitaron a Osalan los detalles de taller por taller en los lugares donde se utilizó amianto y reclaman a Michelin que «adopte las medidas de seguridad necesarias para que los trabajadores que hemos estado expuestos tengamos un control de la salud». Para ello, reclaman «que la multinacional inicie un protocolo de vigilancia de la salud de todas las personas que, de forma directa o indirecta, han estado expuestas al amianto en Michelin de Gasteiz».
A juicio de la central sindical, la Seguridad Social tiene que poner freno a esta situación en la que las mutuas se dedican a «volcar sus recursos económicos y jurídicos para ocultar las enfermedades profesionales, castigando más al enfermo».
