El novecentismo y la vanguardia se citan en el Bellas Artes de Bilbo
El Museo de Bellas Artes acoge la exposición «Novecentismo y Vanguardia (1910-1936)», un conjunto de obras creadas por artistas como Joaquín Torres García o Aurelio Arteta que muestran una visión revisada de ciertas secciones de la colección de la pinacoteca.Ainhoa LORES | BILBO
Casi un centenar y medio de pinturas, fotografías y carteles completan la colección «Novecentismo y Vanguardia (1910-1936)», exposición que se podrá ver hasta el 24 de mayo en el Museo de Bellas Artes de Bilbo.
Felipe Manterola, Celso Lagar, Antonio de Guezala o Nicolás de Lekuona son algunos de los artistas seleccionados para esta muestra que exhibe obras con elementos que hasta las primeras décadas del siglo XX era imposible encontrar en las pinacotecas, como es el caso de las relaciones entre hombres y mujeres de forma natural, o la idea de mezclar el arte clásico con lo moderno. Por otra parte, la colección también reúne elementos relacionados con la temática deportiva y la vida cotidiana. Asimismo, acoge diversas piezas que no habían sido expuestas al público con anterioridad, además de dos obras inéditas, «Noche de artistas de Ibaigane» de Antonio de Guezala, y «La lechera al sol» de Carlos Ribera, recientemente adquiridas por el museo bilbaino.
La cronología seleccionada (1910-1936) abarca años fundamentales para el desarrollo del arte contemporáneo estatal. Años que asimismo resultaron esenciales para el arte vasco, y donde acontecimientos como la creación del Museo de Arte Moderno, la Asociación de Artistas Vascos y la revista Hermes daban cuenta de la importancia que la capital vizcaína adquirió como foco artístico dentro del arte estatal.
Pintura y otras técnicas
Para llevar a cabo esta exposición, se ha contado con la colaboración del comisario Eugenio Carmona, quien ha aportado novedosas ideas respecto a algunas obras y autores, así como la interpretación del contexto artístico local de ese momento. Para Carmona, en la exposición, la pintura queda «valorada por ella misma, pero también se equipara con la fotografía y el cartel, técnicas que vinieron a diversificar y hacer más compleja la implementación social de las artes».
«El espiritu novecentista -explicó Carmona- se caracteriza por la voluntad de crear un arte depurado y sobrio que, aunque mantiene elementos del postimpresionismo, rehúye la deformación expresiva, la subjetividad, la ensoñación, lo irreal o el excesivo particularismo en los tipos y modelos».
Junto al novecentismo, en aquellos años aparecieron también los primeros ismos, que configuraron la vanguardia identificada con el cubismo, el futurismo y el simultaneísmo.
La aparición de lo moderno, consigue que entre el novecentismo y la vanguardia se dé una continua relación dialéctica, de tal forma que «en Euskal Herria o Catalunya estos dos elementos no pueden entenderse como fenómenos sociales separados en la sociología del arte del tipo histórico que vivieron», apuntó el comisario.
Por su parte, la colección ha sido estructurada en siete epígrafes teóricos.
Junto al novecentismo de entre los años 1910-1936, aparecieron también los primeros ismos que configuraron una vanguardia identificativa con el cubismo, el futurismo y el simultaneísmo.
Lugar: Museo Bellas Artes de Bilbo.
Horario: De martes a domingo, de 10.00 a 20.00.
Fecha: Del 3 de marzo al 24 de mayo de 2009.
Precio de la entrada:
5.50 euros.