Como adelantó GARA en su edición del domingo, las pruebas técnicas realizadas durante la pasada semana hacían prever que el Departamento de Interior de Lakua, dirigido por el jeltzale Javier Balza, había decidido ocultar, en la medida de lo posible, el impacto del voto anulado durante el recuento de la noche electoral. Para ello se sirvió tanto de su monopolio a la hora de facilitar los datos oficiales a los medios de comunicación, para que éstos los trasladen a la opinión pública, como de una presentación esperpéntica de las comparativas con los resultados de 2005.

Desde el punto de vista de la transparencia democrática, la noche electoral dejó mucho que desear por parte del equipo controlado por el consejero en funciones y coordinador del área política del proyecto electoral y estratégico del PNV conocido como «Think Gaur Euskadi 2020». Balza no compareció ante la prensa hasta bien pasadas las nueve de la noche, y hasta que no concluyó su intervención no se activó la página web en la que se transmitían los datos a los medios.

Casualmente, en otro punto de Europa se celebraron elecciones con el mismo horario y el mismo sistema electoral: en Galicia. Como se observa en la imagen 3, para cuando Balza abrió el grifo informativo, la web de la Xunta ya llevaba tiempo ofreciendo el recuento casi en tiempo real. A las 21.00, con el 10,70% del censo escrutado, se aportaban todos los datos: participación/abstención, votos nulos, blancos, los correspondientes a cada candidatura y la proyección de esos votos en el reparto de los 75 escaños del Parlamento de Santiago.

El Ejecutivo PSdeG-BNG optó por algo tan sencillo como informar de forma transparente a la ciudadanía. El Departamento de Interior regido por el PNV optó por distorsionar la realidad y lo hizo, además, con el convencimiento de que la mayoría de los medios de comunicación seguirían su consigna, como así ocurrió. No obstante, eso no sucedió por una «imposición técnica», sino porque las direcciones periodísticas así lo asumieron.

Por ejemplo, GARA fue el único medio que, junto a los resultados oficiales, presentó la noche electoral una proyección del Parlamento de Gasteiz teniendo en cuenta las papeletas de D3M que llegaron a las urnas -sin restar el nulo técnico habitual, que en 2005 fue del o,33% en la CAV-. Y también lo hizo en su edición impresa. El especial interés suscitado entre la ciudadanía se refleja en los datos recogidos desde las 00.00 horas del domingo hasta las 17.00 de ayer, ya que el número de entradas en gara.net rondó las 150.000 y fueron visitadas 600.000 páginas de nuestro portal.

Falta de imparcialidad

Evidentemente, cada medio desarrolla su propia línea editorial pero, cuando se trata de examinar la labor de las cadenas públicas -en este caso EITB y TVE-, ese margen se debería estrechar en favor de un elevado grado de imparcialidad.

La cadena pública vasca accedió al mismo tipo de ficheros que este diario durante toda la noche. En esos archivos informáticos, Lakua no se atrevió a consumar un «pucherazo», por lo que incluyó los datos referentes al voto nulo, municipio a municipio, por herrialdes y en el total de la CAV. Ciertamente, EITB no ocultó el porcentaje de votos anulados, aunque tampoco hizo un seguimiento de ese dato proporcional a su incremento respecto a 2005: han pasado de 4.035 a los provisionales 100.924. Para facilitar el cálculo: la cifra se multiplicó por 25.

Lo curioso es que, tras concluir el escrutinio hacia las once de la noche, el Departamento de Interior procedió a imprimir un libro que envió a las redacciones a primera hora de ayer. Como se observa en la imagen 2, en este formato sí aparecen los votos anulados (1.580 en el caso de Ondarroa), los blancos, la cifra de votantes y el censo.

Ésta es la presentación homologada en los países occidentales, e incluso es la que en los últimos años usa el Ministerio español de Interior en cualquier tipo de comicios (en la imagen 3, el correspondiente a las elecciones municipales de 2007 en Iruñea), con candidaturas legalizadas o ilegalizadas de la izquierda abertzale.

Aberración estadística

La peculiar «cocina» del Departamento de Interior ha llegado en esta ocasión hasta la aberración estadística por dos motivos: de un lado, por su obsesión por invisibilizar el respaldo social de la izquierda abertzale en esta situación de persecución por parte de todos los aparatos del Estado y, de otro, por intentar maquillar, si hiciera falta, los resultados del PNV.

En la web oficial, como se observa en la imagen 1, era imposible conocer los resultados reales durante la noche electoral. ¿Puede alguien explicar qué sucedió en el municipio guipuzcoano de Orexa sin utilizar varias fórmulas matemáticas? La respuesta es no. Con el cien por cien escrutado, sólo se sabe que el PNV obtuvo 5 votos y 1 Aralar, y que la abstención fue del 15,79%.

¿Qué es lo que se ocultó? Pues que de un censo de 95 personas, acudieron a votar 80; que 70 papeletas fueron anuladas y que se contabilizaron 4 blancos. Y estos datos tampoco aparecían detallados en las pantallas de televisión que sintonizaban las cadenas de ETB.

La manipulación intencionada -no puede calificarse de otra manera- de los resultados de 2005 se comprueba volviendo a la imagen 2. En Ondarroa, hace cuatro años hubo una candidatura que obtuvo 2.118 votos. Es decir, la lista de EHAK fue la primera fuerza en la localidad costera, como ha quedado registrado hasta en los archivos del Gobierno de Lakua. Pero a la Consejería de Interior el dato no le parece relevante, por lo que asigna 2.127 votos a «Otros», sumando las nueve papeletas que se repartieron EKA, POSI, PH y Berdeak-PACMA.

Pasando al ámbito de la CAV, y ahora extrayendo los datos del libro impreso la madrugada de ayer, a los «Otros» se les asignan nueve escaños y 164.118 votos. Como todo el mundo sabe, incluido el responsable político de este desaguisado, esos escaños han estado ocupados durante la última legislatura por las representantes de EHAK, formación que obtuvo 150.644 votos.

Y el absurdo llega al culmen cuando salta a la vista que ha desaparecido la candidatura por la que resultó elegido el parlamentario Javier Balza Aguilera, según consta en la dirección www9.euskadi.net/q93TodoWar/q93Desplegar.jsp. No se trata de un error, porque la referencia a la lista EAJ-PNV/EA sólo aparece en una nota a pie de las primeras páginas del libro de resultados provisionales en la que se puntualiza: «Los votos y el porcentaje de EAJ-PNV y EA en los pasados comicios electorales se encuentran distribuidos según su número de escaños».

¿Había algún problema técnico para presentar los votos, porcentajes y escaños que obtuvo en 2005 la coalición liderada por Ibarretxe, y de paso los de EHAK, junto al resto de candidaturas? Ninguno. De hecho, la mayoría de los medios de comunicación lo ha hecho así, aunque también hubo quienes, especialmente en sus primeras páginas de ayer, aportaron otras visiones muy particulares. Por ejemplo, «El País» daba al PNV un ascenso de 1 escaño respecto a 2005, cuando, según el rotativo madrileño, habría obtenido 29 parlamentarios y EA ninguno. Lo que tampoco es cierto y, además, también es falso.