Si después del bochornoso espectáculo antidemocrático que ofreció durante la noche electoral, el PNV sigue apostando por la figura de Javier Balza para impulsar, desde su cargo de coordinador del «Área Euskadi-Europa: horizonte constitucional», su pomposo proyecto «Think Gaur Euskadi 2020», será porque el EBB al unísono considera que la credibilidad de un responsable institucional puede ser igual a cero. Y que, puestos a gestionar, ellos no reciben lecciones de nadie. ¡Faltaría más!

Es de esperar que, cuanto antes, en alguna de las universidades que campan por nuestro país alguien presente una tesis doctoral sobre la tergiversación de datos electorales registrada el 1 de marzo de 2009. Lo apunto porque así el bochorno será un poco más llevadero que si lo hacen en el Massachusetts Institute of Technology o en el Cambridge College y se nos cae el chiringuito del I+D+I ahora que ya tenemos montado el Bilbao Exhibition Centre (BEC), el Nanoscience Cooperative Research Center (Nanogune) y está a punto de llegar la European Spallation Neutron Source.

Tristemente, lo ocurrido durante la noche electoral no es para tomárselo a broma. ¿Se imaginan algo similar, pongamos, a cargo de una Xunta de Galicia presidida por el PP? ¿No nos vendría enseguida a la cabeza el término «cacicada»? ¿Y si sucediera al otro lado del Atlántico? Seguro que nos asalta la expresión «república bananera». Bueno, pues por aquí todavía hay quien cree que esto es tierra de jauntxos, donde unos pocos -«los del partido»- mandan y los demás callan. Proponen que la bautizemos como «república balzanera».