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Tras las elecciones del 1-M

El PNV recibe hoy al PSE con la oferta de buscar «un acuerdo de amplia base»

Tras repetir insistentemente que es al PNV a quien le corresponde liderar la formación del próximo Gobierno de Lakua por ser el ganador de las elecciones, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, ofreció ayer al resto de formaciones políticas alcanzar un acuerdo para superar la crisis económica y profundizar en el autogobierno. La propuesta jeltzale para buscar la «estabilidad» institucional en la CAV será presentada hoy mismo al PSE, que no parece muy receptivo.

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Manex ALTUNA | BILBO

El PNV respondió al anuncio de Patxi López de presentar su candidatura a lehendakari con una propuesta al PSE para alcanzar un «acuerdo de estabilidad política y económica» en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Durante la comparecencia de ayer en Sabin Etxea, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, calificó de «golpe institucional» un escenario en el que el candidato del PSE se apoyara en el PP para ser investido lehendakari, y en su habitual tono serio, repitió constantemente que su formación ha ganado las elecciones.

«Somos el partido al cual más han votado el conjunto de los vascos y nos corresponde a nosotros intentar conformar un Gobierno estable», declaró.

El líder de la formación jeltzale explicó que desde la «legitimidad» que les otorga el haber sido la lista más votada en las elecciones autonómicas, han convocado una ronda de conversaciones con el resto de formaciones políticas para conocer su disposición a la hora de conformar el nuevo Ejecutivo de Gasteiz. Las reuniones empezarán hoy mismo con el PSE en Sabin Etxea, y el PNV asegura que acude «con una abierta disposición al diálogo, predispuesto al acuerdo y consciente de la responsabilidad contraída por ser el partido al que la sociedad vasca le otorgó el pasado domingo el liderazgo del país».

El objetivo del PNV sería el de alcanzar un «acuerdo de estabilidad política y económica» en la CAV. Según especificó, con ello buscarían «fortalecer las instituciones vascas para afrontar la crisis económica» y «la profundización del autogobierno como herramienta para traer el bienestar a la ciudadanía».

La salida de la crisis económica, la búsqueda de la paz y la estabilidad política en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa serían, a juicio del presidente del EBB, «las prioridades máximas de la ciudadanía que exigen un diagnóstico compartido».

«Liderazgo compartido»

El líder de la formación jeltzale escenificó su propuesta acompañado por los presidentes de las ejecutivas territoriales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, Iñaki Gerenabarrena, Andoni Ortuzar y Joseba Egibar, respectivamente. No estuvo presente el lehendakari y candidato a la reelección , Juan José Ibarretxe.

La mano tendida por el PNV para «acordar y consensuar políticas» a todos los partidos tenía como destinatario al PSE, aunque Urkullu ni siquiera mencionó el nombre de Patxi López durante toda la comparecencia. El presidente del EBB aseguró para justificar su proposición que la crisis económica necesita «arrimar el hombro para sacar este país adelante».

«Es el momento de la responsabilidad, del liderazgo compartido, de la profundización democrática, de escuchar a la sociedad y atender a sus demandas y prioridades», afirmó.

En opinión de Urkullu, lo que viene demandando la sociedad y sus agentes es «conformar un gobierno coherente, fuerte y estable para abordar la situación política y económica actual».

Añadió que pretenden «instaurar una nueva cultura política basada en el diálogo y la cooperación entre diferentes para alcanzar un sólido común denominador», y pidió «no caer en la tentación de abonar el terreno de la política de frentes».

Urkullu apuntó que la ronda de contactos con el resto de partidos no es sólo para designar un lehendakari o la Mesa del Parlamento, sino para «completar cuatro años de legislatura».

A su juicio, «sería irresponsable» someter a las instituciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa a la «inestabilidad o a experimentos que puedan valer para llegar a Ajuria Enea, pero que luego indefectiblemente llevarán a gobernar Euskadi desde el frentismo o, si no, a la parálisis de nuestro sistema institucional».

En este sentido, advirtió de la «evidente desestabilización institucional» que conllevaría el hecho de que, «a cambio» de su apoyo a Patxi López, el PP reclame modificaciones que afecten a otras instituciones de la CAV.

Según indicó, es factible que se produzca, porque «el único objetivo de algunos partidos es constituir un frente en un sistema de golpe institucional al resultado de las últimas elecciones, que dieron al PNV como ganador».

Por ello, insistió en que «30 son más que 24», en referencia al número de parlamentarios logrados por PNV y PSE en la Cámara de Gasteiz. Según dijo, transmitir ahora que el PNV gobierna en la Diputación de Araba o en Gipuzkoa sin haber sido la fuerza más votada «es una mentira en sí misma», porque los jeltzales «dejaron al PSE que negociara para llegar a los acuerdos pertinentes con otras formaciones y no los alcanzaron, pero no por una maniobra del PNV sino por su incapacidad para llegar a acuerdos».

El PSE no entra a ese trapo

La oferta del PNV no alteró un ápice el discurso del PSE. Preguntado por la misma en una emisora de radio, el portavoz parlamentario José Antonio Pastor insistió en que los jeltzales tienen pleno derecho a buscar apoyos para formar gobierno y pero que si no los consiguen ellos también están legitimados para optar a la presidencia.

El presidente del PSE de Bizkaia reiteró la idea de que no pasa nada porque el PNV vaya a la oposición, y demandó a los jeltzales que la misma responsabilidad que pide Urkullu al resto en estos momentos de crisis, la apliquen cuando Patxi López sea lehendakari, contribuyendo también desde el PNV a la gobernabilidad de la CAV.

Golpe institucional

El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, aseguró que un acuerdo entre el PP y el PSE para «sacar» del Gobierno «a la fuerza más votada» supondrá un «golpe institucional» fruto de un «modelo de Estado» pactado entre las dos formaciones.

El EBB resta protagonismo a Ibarretxe

El PNV abre hoy su ronda de contactos con otros partidos de cara a intentar formar gobierno y, según anunció el pasado lunes la dirección jeltzale, su delegación estará integrada por el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y por el lehendakari y candidato nacionalista, Juan José Ibarretxe. El PSE había solicitado que la cita se celebrara en el Parlamento de Gasteiz -según afirmó ayer Rodolfo Ares- pero el PNV insistió en que fuera en Sabin Etxea. Al encuentro con el PSE seguirán próximamente el resto de partidos.

Esta fórmula rompe con las formas empleadas en las tres ocasiones anteriores en las que Juan José Ibarretxe ha optado a la investidura como lehendakari. Hasta ahora, siempre había sido él quien había convocado y protagonizado esos encuentros, en calidad de candidato más votado, llegando incluso a recibir en las reuniones a los dirigentes de su propio partido o de la coalición formada por PNV-EA.

En 1998 Juan José Ibarretxe celebró la ronda de encuentros con el resto de líderes políticos en su despacho de vicelehendakari en el edificio del Gobierno en Lakua. Por allí pasó primero Carlos Garaikoetxea, y le siguieron Carlos Iturgaiz, Arnaldo Otegi y Jone Goirizelaia, Javier Madrazo, Pablo Mosquera y Nicolás Redondo Terreros. Ibarretxe alcanzó un acuerdo con EA y se enfrentó en la sesión de investidura al candidato del PP Carlos Iturgaiz. Salió elegido con los votos de PNV y EA y los de Euskal Herritarrok, con quienes todavía no había alcanzado un acuerdo.

Tras las elecciones autonómicas de 2001 Juan José Ibarretxe convocó al resto de líderes ya en Lehendakaritza. Allí recibió al presidente del EBB, Xabier Arzalluz, y a la presidenta de EA, Begoña Errazti. Fue el entonces portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, quien se encargó de ir dando cuenta del discurrir de las negociaciones. Tras las citas con Ibarretxe se pasó a negociaciones entre los partidos, pero la delegación del PNV estuvo encabezada por la vicelehendakari Idoia Zenarrutzabeitia. En ocasiones, Ibarretxe volvió a actuar en solitario.

En 2005 la fórmula fue muy similar. La primera toma de contacto con todos los líderes fue en Lehendakaritza, y Juan José Ibarretxe citó allí al presidente del EBB, Josu Jon Imaz. Después se entró en otras negociaciones, con la delegación jeltzale encabezada de nuevo por la vicelehendakari.

Todo indica que ahora el PNV ha decidido tomar directamente el timón de las negociaciones, restando protagonismo a la figura de su candidato a lehendakari. Ya no recibe él en Lehendakaritza, sino que la dirección la asume Iñigo Urkullu y cita en Sabin Etxea. Iñaki IRIONDO

 

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