Fede de los R�os
De colores se visten los campos y algunos sinverg�enzas
El Gobierno socialista anda mareando la perdiz con una timorata despenalizaci�n del derecho al aborto. Eso s�, sus ministras, nada m�s acceder al Gobierno, deleitan la vista del pueblo luciendo alta costura en p�ginas de revistas de modaHoy es el d�a conmemorativo de las que sostienen la mitad del cielo y que, gracias a los sostenedores de la otra mitad, muchas, adem�s, soportan un infierno entero.
August Bebel fue el primer te�rico marxista en escribir un libro espec�fico acerca de las mujeres, �La mujer y el socialismo�. En �l declaraba que �la mujer de la nueva sociedad ser� plenamente independiente en lo social y lo econ�mico, no estar� sometida lo m�s m�nimo a ninguna dominaci�n ni explotaci�n, se enfrentar� al hombre como persona libre, igual y due�a de su destino�. Era 1879 y mucho ha llovido en estos 130 a�os. Mucha ha sido el agua pasada bajo los puentes y la situaci�n de las mujeres est� todav�a muy lejos de los deseos del socialista alem�n.
Y no s�lo en el denominado Tercer Mundo. En la mon�rquica Espa�a, el Gobierno socialista (�qu� tiempos nos ha tocado en suerte, cuando las palabras ya nada significan!) anda mareando la perdiz con una timorata despenalizaci�n del derecho al aborto. Eso s�, sus ministras, nada m�s acceder al Gobierno, deleitan la vista del pueblo luciendo alta costura en p�ginas de revistas de moda.
En otras p�ginas, en las de sucesos, un d�a s� y otro tambi�n aparecen mujeres a las que los que dec�an ser sus compa�eros han asesinado de tanto que las amaban. El amor patriarcal es mucho amor, resulta excesivo. Sigamos educando de manera diferente a quien tiene pitil�n y a quien dispone de rajita. Seguiremos am�ndonos de manera vertiginosa como hasta ahora.
Mucha agua ha corrido desde que el diputado August Bebel confesaba tambi�n que �cuando -en el parlamento- desde los bancos de la derecha me aplauden yo me pregunto: viejo Bebel, �qu� est�s haciendo mal?�.
A Francisco Javier L�pez �lvarez, Patxi para los amigos, al contrario que a Bebel, los aplausos y los apoyos de una de las derechas m�s impresentables que conocer�n los tiempos le llenan de orgullo y satisfacci�n como al Borb�n. Dice sentirse legitimado para ser lehendakari. Curiosa legitimaci�n la conseguida gracias a la ilegalizaci�n y al encarcelamiento de otros. Una Espa�a roja antes que rota, siguen bramando los herederos de Calvo Sotelo en Vascongadas. Antes fueron los socialistas navarros los que adoptaron la divisa ordenada desde Madrid: una Espa�a azul antes que rota.
El agua corrida bajo los puentes desti�� los colores. El lila que envolv�a el s�mbolo feminista se volvi� blanco, su pu�o se abri� y ahora sus dedos lucen u�as pintadas por la instituci�n. Hasta hay te�logas que se dicen feministas. El rojo de algunos se torn� amarillo canario con reflejos dorados neoliberales. El azul no, el azul sigue siendo fondo de armario. Ya que tanto el azul como el gris combinan con todo.
Habr� que tomar de nuevo la pintura, la brocha o el rodillo, a gustos, y dar una mano de pintura, al paisaje y sobre todo al paisanaje para que no nos confundan los tonos pastel de algunos. Igual lo dicho resulta algo confuso, pero como dice un amigo: yo ya me entiendo.