Después de una primera vuelta desastrosa, para Osasuna práticamente todos los partidos en casa se han convertido en auténticas finales, más si, como en esta ocasión, el enfrentamiento se da con rivales directos, inmersos también en la zona delicada de la clasificación.

Con estos ingredientes, el once rojillo disputa esta tarde en el estadio del Sadar un encuentro crucial contra el Sporting de Gijón, al que logrará adelantar y sumergir en la zona de descenso en caso de victoria. Un equipo, que al contrario que el once iruindarra, empieza a perder fuelle en esta segunda vuelta tras haber cosechado buenos resultados en la primera mitad de la competición.

«Lo más importante desde hace un mes es que podemos implicar a más equipos. Antes no hablábamos de unos equipos y ahora, con partidos en casa que van a ser parecidos, podemos disputar el objetivo con la mitad de los equipos de la Liga», señaló Juan Antonio Camacho en la previa del encuentro.

La buena noticia para Osasuna ha sido la recuperación a última hora del delantero Walter Pandiani, quien ha superado la sobrecarga muscular de esta semana y estará en el once inicial del técnico de Cieza.

En lo que respecta a la escuadra asturiana, Manolo Preciado se ha llevado a Iruñea a los ventiún jugadores disponibles y la principal novedad ha sido la convocatoria del portero Iván Cuéllar, que recibió el alta médica esta semana. Se espera un lleno absoluto para el partido -las entradas se agotaron el jueves.