UD LAS PALMAS 2

DEPORTIVO ALAVÉS 1

El Deportivo Alavés dio ayer un paso atrás que no debe frenar el buen impulso que había cogido en las dos últimas jornadas. Y es que, sin ser para nada inferior a la Unión Deportiva Las Palmas, los albiazules jugaron un buen partido, pero se toparon con dos obstáculos que le resultaron infranqueables; el error de bulto de Bernardo en la jugada que supuso el 1-0 y la nefasta actuación del debutante Lesma López, que dejó al equipo albiazul con 10 en el minuto 35 sin que Juanjo diera una sola patada.

Aunque terminaron partiéndosela, el Alavés volvió a dar la cara ayer en Las Palmas, en un choque mediatizado por la actuación del colegiado madrileño, especialmente casero, no sólo por las dos amarillas a Juanjo en un lapsus de tiempo de cinco minutos sin que se sepa a ciencia cierta por qué, ya que el cántabro no hizo una sola falta. En la redacción del acta, López redactó que la primera tarjeta la mostró por disputar un balón con el brazo en alto de manera peligrosa y la segunda llegó por simular una falta. La falta sobre el delantero albiazul fue clara y la impresión de que el colegiado «le tenía ganas» fue más que evidente, ya que además llegó tras una clara y dura falta a Moreno que ni siquiera se señaló.

Al margen del colegiado madrileño, el partido también vino marcado por la dolorosa manera en la que el partido se les puso en contra tan pronto. Tras un comienzo esperanzador, Bernardo falló estrepitosamente y la pelea de Márquez tuvo premio para el equipo amarillo, que tuvo unos pocos minutos en los que pudo sentenciar.

El portero extremeño pasó de villano a héroe en pocos minutos y dos intervenciones providenciales sirvieron para que el equipo recuperara la fe y pudo enseguida empatar en una jugada en la que Moreno encontró un hueco donde no lo había para batir a Santamaría y hacer justicia con lo que se había visto hasta entonces en el campo.

Mazazo insuperable

Poco le duró la alegría al equipo gasteiztarra, ya que en torno a la media hora comenzó el show del colegiado, que desniveló la balanza del lado local dejando a los gasteiztarras con diez con casi una hora por disputar.

Tras aguantar el marcador hasta el descanso, Javi López trató de amoldarse a la nueva situación alineando a Pablo Casar en sustitución de Óscar De Marcos, con lo que el equipo pasó a jugar prácticamente con tres centrales, ya que Garitano adelantó muy poco su ubicación.

El equipo babazorro se defendió con orden e incluso tuvo la oportunidad de adelantarse en un remate del de Derio repelido por la madera. Los de Javi López se sentían cómodos y, pese a estar con uno menos, buscaron el triunfo y terminaron pagando su osadía. Una pérdida de balón dio pie al contragolpe amarillo, que aprovechó la calidad de sus jugadores ofensivos en una jugada de tiralíneas, culminada por el cazador Márquez.

Los albiazules volvieron a resarcirse, apretaron al equipo canario -con gol anulado incluido- pero no consiguieron hacerse con el punto que, sin duda por juego merecieron, pero que se quedaron en Canarias.