Las demás resultan técnicamente mucho más fáciles, bien que las complicaciones meteorológicas sigan presentes. Y hete aquí que el muy conocido y fuerte alpinista surtirolés Hans Kammerlander, se pantlea escalar !las segundas cumbres más altas de cada continente!

Tal como yo lo veo y conociendo su historial de alpinista de dificultad, de la decisión transciende la originalidad como objetivo. El hecho es que las segundas cumbres son, casualidad, más bellas, bastante más difíciles, algunas más remotas y ¡ay! mucho más solitarias (algunas, esencial, radicalmente solitarias)...

Ahí tenemos el K2 en Asia, el lejano y durísimo monte Logan (5965m) en el Yukón canadiense, el técnicamente fácil Cerro Ojos del Salado (6893m) en Chile, el Gora Dykh Tau (5202m) junto a la gran muralla de Bezinghi en el Caúcaso, el granítico monte Kenya (4852m) en Africa, el monte Tyree (4852m) en Antártida y el Punck Trikora (4730m) en Indonesia.

Alguien decidirá, algún día, escalar las cumbres más bellas de cada continente, las 7 más bellas, y ahí estará el problema.