Es su película número 17 y la más cara, ha costado 12 millones de euros; ha sido su rodaje más duro y más largo. Aún así, ante todo, «Los abrazos rotos» es una «declaración de amor» de Pedro Almodóvar al cine, según confesó ayer en una presentación el la que estuvo acompañado de los protagonistas Blanca Portillo, José Luis Gómez, Lluís Homar, Rubén Ochandiano, Tamar Novas y Penélope Cruz.

Almodóvar, Penélope y Blanca coincidieron en que su primer deseo es que la película, que se estrena el miércoles, llegue al público, que «la entiendan y les emocione».

Almodóvar destacó que es una «película romántica de historias cruzadas, todas muy intensas. Pero la historia de amor que subyace en toda la peli, es mi historia de amor con el cine», de ahí que el director incluya referencias a cintas como «Te querré siempre», de Rossellini, o a su «Mujeres al borde de un ataque de nervios».

En la historia, el personaje de Penélope, Lena, es una mujer maltratada por la vida que quiere ser actriz y que cae en los brazos de un magnate, José Luis Gómez, que le permite rodar a las órdenes de un director de cine ciego (Lluis Homar). La película que ruedan se llama «Chicas y maletas» y es una especie de revisión de «Mujeres al borde de un ataque de nervios».