China asegura tener «munición» para un nuevo plan de estímulo económico
China está dispuesta a inyectar nuevos capitales para estimular su economía si la crisis se agrava, pero confía aún en su plan de reactivación para cumplir sus objetivos de crecimiento, aseguró el primer ministro, Wen Jiabao, al término de la sesión plenaria de la Asamblea Nacional Popular. «Si es necesario enfrentaremos crisis mayores con nuevas políticas de estímulo, ya que contamos con munición reservada», subrayó.
GARA |
El primer ministro chino, Wen Jiabao, señaló ayer que existen planes preparados y «munición reservada» para lanzar en cualquier momento un nuevo plan de estímulo frente a eventuales mayores dificultades en la crisis global. Aunque refutó los «rumores» que apuntan a la preparación de un nuevo plan de reactivación, reconoció que las autoridades están «preparadas para la eventualidad de mayores dificultades».
«Hemos afrontado otras crisis más difíciles y si es necesario enfrentaremos otras mayores con nuevas políticas de estímulo, ya que contamos con munición reservada», señaló Wen a los medios de comunicación al término de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Parlamento), que se ha prolongado durante nueve días.
Pero antes, Beijing quiere constatar el impacto de su plan de estímulo de dos años por 464.000 millones de euros anunciado en noviembre y aprobado por la ANP con 2.669 votos a favor, 145 en contra y 71 abstenciones. De esa cantidad, según Wen, 133.705 millones de euros son aportados por el Gobierno chino como nueva inversión para mejorar el bienestar, medioambiente, instalaciones y la tecnología.
El paquete de estímulo en su conjunto incluye grandes inversiones en infraestructuras, reformas fiscales, reestructuración industrial, innovación científica, bienestar social e impulso del empleo. Además se incrementarán las pensiones y los salarios de 12 millones de profesores, se aumentará el número de subsidios a los campesinos y se extenderá la reforma del sistema de salud.
Wen Jiabao insistió en la «confianza», pero no pareció del todo seguro al hablar de los objetivos de crecimiento de China en 2009. «Todo el mundo se preocupa por saber si podemos alcanzar el objetivo de en torno al 8% de crecimiento del PIB. Creo que será difícil alcanzar ese objetivo», admitió, aunque lo consideró posible «si hacemos considerables esfuerzos».
Según expertos economistas, ese porcentaje es el umbral necesario para evitar una degradación de la situación laboral. Muchos auguran una mejora en el segundo semestre de 2009, pero sus previsiones son en su mayoría inferiores a las del Gobierno y, en algunos casos, no alcanzan el 6%. Sin embargo, China, muy preocupada por la estabilidad social, ha visto cómo 20 millones de obreros que emigraron a los centros industriales han perdido sus empleos y han tenido que regresar a sus regiones agrícolas.
Wen explicó que las reformas económicas continuarán en la construcción de la «economía socialista de mercado» y dándole protagonismo a las fuerzas del mercado que animen también a la inversión privada para renovar industrias obsoletas.
El presidente de EEUU, Barack Obama, y el ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi, repasaron en su encuentro del jueves las vías para hacer frente a la crisis económica y acordaron colaborar para evitar incidentes navales como el ocurrido esta semana. Obama y Yang trataron también, según la Casa Blanca, sobre derechos humanos, Corea del Norte y el conflicto de Darfur.
La reunión representa una señal de la importancia que EEUU da a sus relaciones con China, pues es muy poco habitual que el presidente mantenga un encuentro con un ministro de Exteriores, una tarea que recae en el secretario de Estado o el consejero de Seguridad Nacional.
Según indicó la Casa Blanca, Obama subrayó a Yang la importancia de «aumentar el nivel y la frecuencia» de los contactos militares entre ambos países «para evitar futuros incidentes. El Pentágono indicó el lunes que cinco barcos chinos hostigaron a un buque de la Marina estadounidense en aguas internacionales, para forzarle a abandonar el área en la que se encontraba.
En su primer contacto con las autoridades chinas, Obama acordó con Yang que ambos países, dos de las principales economías mundiales, «deben colaborar de manera estrecha y urgente» para estabilizar la economía global mediante el estímulo de la demanda nacional e internacional. También expresaron la necesidad de hacer que el flujo crediticio vuelva a circular.
La Casa Blanca informó de que Obama incidió en la promoción de los derechos humanos y confió en que se produzcan progresos en el diálogo entre Beijing y los representantes del dalai lama. Al respecto, la agencia china Xinhua dijo que Yang instó a EEUU a dejar de injerir en los asuntos internos chinos acerca del Tíbet.
