Tras las elecciones del 1-M
El PSE se congratula de que tiene los votos necesarios para la investidura
El secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, se congratuló ayer de que su candidato dispone ya de los votos necesarios para ser investido lehendakari, gracias, aseguró, a «la buena predisposición» mostrada el jueves por la comisión negociadora del PP. Su secretario general, Iñaki Oyarzábal, le solicitó «prudencia». En cuanto a gobernar, la formación que lidera Patxi López habla de que dialogarán con todas las fuerzas parlamentarias para ir cerrando acuerdos.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Rodolfo Ares ¯arropado por los secretarios generales de Araba, Txarli Prieto; de Bizkaia, José Antonio Pastor; y de Gipuzkoa, Iñaki Arriola¯ aseguró ayer en una concurrida rueda de prensa en Bilbo que su candidato dispone de los votos necesarios para ser investido lehendakari. Tras la ronda de contactos con las diferentes fuerzas que estarán representadas en la Cámara de Gasteiz, con la excepción del PNV, anunció que «Patxi López cuenta ya con los apoyos suficientes para ser elegido».
En el capítulo de agradecimientos, el secretario de Organización del PSE hizo mención especial al PP, con cuya comisión negociadora se reunieron la víspera. «Los socialistas dimos las gracias al PP por su compromiso público de apoyar la investidura de Patxi López», subrayó ante los periodistas.
Rodolfo Ares recordó que, en su primer encuentro oficial con la delegación del PP, sus miembros les plantearon la fórmula del gobierno de coalición en Ajuria Enea, algo que ellos no contemplan. «En la reunión, en más de una ocasión, dijeron que ellos votarán a Patxi López en la investidura, pero que lógicamente quieren buscar fórmulas que permitan darle estabilidad y respaldo suficiente a ese gobierno».
Dentro del ritual previsible en estas ocasiones, el secretario general del PP trató de no dar por hecho su apoyo incondicional a la investidura de López. Iñaki Oyarzábal reclamó «prudencia» al PSE. Paradójicamente, al mismo tiempo era la número dos del PP, Dolores de Cospedal, quien no dudaba en anticipar que «deseo de todo corazón que Patxi López sea lehendakari» y subrayaba la necesidad de que el PNV acate con normalidad el pase a la oposición, lo que dio por seguro.
Antes, Rodolfo Ares enfatizó que su relación «especial» con el partido que lidera Antonio Basagoiti no supone que obviarán al resto de fuerzas políticas. Así, avanzó que la próxima semana tratarán de acercar posturas también con Ezker Batua, «que ha dejado una puerta abierta a buscar acuerdos», aunque sin descartar a Aralar, EA o el PNV, «si cambia de actitud».
Su opción de gobierno, ya conocida, es un Ejecutivo liderado por Patxi López con militantes del PSE e independientes, que aventuró que será «sólido y representativo». Su programa de gobierno irá buscando acuerdos puntuales con la oposición. Los plazos para la investidura comenzarán a correr al martes, cuando en principio se acreditarán sus parlamentarios y se activará el plazo de quince días para convocar la sesión de constitución de la Cámara.
Entre los retos, citó «acabar con el terrorismo», introducir cambios en materia educativa y sanitaria, salir de la crisis económica con acuerdos entre patronal y sindicatos, y también «mejorar el autogobierno».
Ataques al PNV
Respecto a los jeltzales, Ares les acusó de haber mostrado «un déficit de talante democrático» y de no haber asumido «su responsabilidad como partido». «Hablan de que les preocupa la futura gobernabilidad y estabilidad de este país, pero en realidad desde el día después de las elecciones está demostrando que lo único que le preocupa es que el lehendakari siga siendo de su partido», añadió.
Tampoco obvió en su valoración la decisión del PNV de no acudir a su ronda de contactos. «Nos ha sorprendido esta decisión, porque no es propia de una formación política que tantas veces se ha presentado a sí misma como el partido del diálogo y cuyo candidato a lehendakari decía defender el diálogo hasta el amanecer», manifestó.
El portavoz de la Ejecutiva del PSE calificó de «muy graves» las repetidas declaraciones de líderes jeltzales de que si López conforma su gabinete eso supondría «un golpe institucional» o de que lo hará gracias a la exclusión de la izquierda abertzale de la Cámara de Gasteiz. «Saben que ha sido la aplicación de la ley la que ha impedido que los radicales abertzales continúen amparando y justificando a los terroristas desde la tribuna del Parlamento Vasco», contestó.
Subrayó además que «hace unos días» el PNV expresó su intención de «elevar el listón ético y democrático ante la violencia», algo que, en opinión de Ares, «debía haber hecho ya durante los diez años de Gobierno Ibarretxe». Consideró que las manifestaciones «sobre la ausencia de los radicales abertzales» en la Cámara «en modo alguno contribuyen a la necesaria deslegitimación ética, social y política del terrorismo».
Rodolfo Ares no perdió tampoco la ocasión para arremeter contra el lehendakari en funciones, tildando de «sorprendentes» las últimas declaraciones de Juan José Ibarretxe en las que aseguraba que «el PNV seguirá liderando este país esté donde esté». «Un partido de gobierno, que tiene responsabilidades importantes en Euskadi, no puede amenazar constantemente con gobernar al margen de las instituciones y con la inestabilidad política y el caos», remarcó.
El escrutinio de las elecciones del 1 de marzo quedó zanjado ayer con la decisión de la Junta Electoral del País Vasco de no aceptar el recurso de EA, que pedía que se anulara una mesa de Gasteiz en la que advertía contradicciones. La Junta Electoral, presidida por el juez Fernando Ruiz Piñeiro, sí aceptó un segundo recurso de EA por el que se anula un voto del PSE, pero eso no cambia el resultado final, aunque sí reduce aún más el margen de diferencia. El PSE se ha llevado el acta por 33 centésimas, lo que quiere decir que EA la hubiera obtenido con un voto más o en caso de que el PSE hubiera sumado cuatro menos. EA todavía podría plantear un contencioso electoral ante la Audiencia de Gasteiz, que se resolvería antes del 7 de abril.
El otro efecto de esta decisión es que López sigue sin necesitar el apoyo de UPyD para ser lehendakari.
GARA
El presidente del BBB del PNV, Andoni Ortuzar, advirtió ayer de que Patxi López tendrá que «gobernar desde la hipoteca de un apoyo parlamentario ¯del PP¯ vinculado a la revancha, la neutralización de elementos singulares del autogobierno y el imperio de la razón de Estado».
Ortuzar efectuó esta reflexión en Sabin Etxea, en una rueda de prensa convocada una hora antes de la anunciada por la comisión negociadora del PSE para valorar su ronda de conversaciones para aupar a su candidato a la Lehendaritza. A este respecto, el dirigente del BBB afirmó que para lograr este objetivo el PSE «se ha entregado atado de pies y manos al PP», un partido del que dijo que «está poniendo precio a su apoyo a los socialistas en cuestiones sensibles para este país».
El burukide vizcaino aseguró que el PSE tiene «derecho» a pactar con el PP, pero advirtió de que, si lo hacen, la responsabilidad «será suya» porque demostrará que la situación económica «no les importa« y que el futuro Gobierno de Gasteiz «va a optar por la debilidad y la dependencia» como «peaje» para que López sea lehendakari. Es más, incidió en que la formación que lidera Antonio Basagoiti «está empezando a poner precio en materias sensibles para este país» por lo que no será el PNV el que «provoque la inestabilidad y el fortalecimiento de la política de bloques».
A su entender, el acuerdo PSE-PP para la investidura «representa un día de acumulación de fuerzas parlamentarias y 1.460 días restantes de gobierno a la intemperie; es decir, un Ejecutivo incapaz, que es lo que menos necesita Euskadi hoy».
Andoni Ortuzar indicó que su partido todavía mantiene encima de la mesa el acuerdo de estabilidad que propuso al PSE en la reunión que mantuvieron la pasada semana, porque estiman que es la posibilidad de gobierno que «mejor responde a las necesidades de Euskadi».
En cuanto a los contactos tras las elecciones del 1 de marzo entre Iñigo Urkullu y José Luis Rodríguez Zapatero, explicó que, en general, las conversaciones a ese nivel «son habituales, deseables y buenas, pero para que surtan efecto es preciso mantenerlas en la discreción».
Más tarde, en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros del Gobierno español, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, confirmó una conversación «breve y correcta» en la que se explicó al líder jeltzale que las decisiones sobre los pactos post-electorales se adoptarían en el seno del PSE porque «es al PSE a quien le corresponde liderar este proceso».
GARA