Tras las elecciones del 1-M
La Mesa del Parlamento mostrará las interioridades de la pareja PSE-PP
Iñaki IRIONDO
Adía de hoy Patxi López tiene garantizada la entrada en Ajuria Enea, aunque desde el PNV siguen esperando algún milagro y cuando un partido pone a Jaungoikoa en su frontispicio nunca hay que descartar una intervención divina a su favor. Sería la leche. Entre tanto, y mientras ningún rayo divino lo impida, PSE y PP van a seguir tratando de ahon- dar en su «proyecto de cambio». La medida de su acercamiento y de la correlación de fuerzas dentro de la pareja se verá en la elección de la Mesa del Parlamento, que se tiene que producir antes de quince días desde que se acrediten un mínimo de 25 parlamentarios. Si para entonces hay algún acuerdo entre el frente nacional español, para ellos podrán ser la presidencia, la vicepresidencia primera y la secretaría primera. Tres de los cinco puestos de la Mesa. Según cómo se las repartan, veremos cuánto tiene pillado Basagoiti a López. Primero se elige la presidencia y PSE y PP tendrían que decidir quién se la queda. En caso de no haber pacto y no sumar sus escaños, el puesto sería para el PNV, que tiene 30. Luego se deciden las dos vicepresidencias y más tarde las secretarías.
Si se admiten apuestas, la más lógica (en este escenario manipulado por la Ley de Partidos) es que la presidencia será para el PSE, la vicepresidencia primera para el PP, la vicepresidencia segunda para el PNV, la secretaría primera para el PSE y la secretaría segunda para el PNV. Cualquier otra variable mostraría extraños movimientos subterráneos.