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Junta General de Accionistas en el Palacio Euskalduna

BBVA afirma que «se necesita un gran acuerdo para salir de la crisis»

Francisco González, presidente de BBVA, reclamó en la Junta General de Accionistas un «gran acuerdo» político, económico y social para hacer frente a la crisis, que será «larga y dura». Ante las críticas por su elevado salario -más de 20,34 millones en 2008- dijo merecerlo, igual que su equipo. En la calle, sindicatos y organizaciones sociales criticaron su política.

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Juanjo BASTERRA | BILBO

El presidente de BBVA, Francisco González, reclamó ante la Junta de Accionistas, que se celebró ayer en el Palacio Euskalduna, «un gran contrato político, económico y social para afrontar los problemas del país frente a la crisis económica», que pronosticó que será «larga y dura».

Estas palabras del presidente de BBVA se interpretaron de diferente manera. Algunos accionistas consideraron que fue una manera de «desviar» la atención sobre la pérdida de valor patrimonial del banco multinacional, que ha caído en un 70,4% desde 2005, que fue el punto más elevado.

También se relacionó con una estrategia del equipo directivo para «distraer la atención» de los accionistas, que han visto que el dividendo por acción en 2008 cayó en un 16,2%, inferior incluso al que se produjo en 2006, hasta situarse en 0,614 euros por acción. «Esta cantidad incluye 0,501 euros en efectivo y un 0,113 euros en especie, entrega en acciones según la cotización al cierre de enero, dijo.

Críticas a los altos sueldos

Un gran número de accionistas, incluidos los agentes sindicales que participaron en la junta y los que se concentraron a las puertas del Palacio Euskalduna, criticaron de forma abierta los altos emolumentos económicos percibidos por el comité ejecutivo y los responsables de la dirección del banco en época de crisis. El presidente del BBVA defendió la retribución de la cúpula directiva del banco y la consideró «merecida».

Francisco González cobró en 2008 un total de 20,34 millones y el consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, otros 16 millones de euros. «Seremos de los poquísimos que cobren bonus este año, pero también hemos sido de los pocos que han salvado a su banco y lo han colocado donde está», subrayó durante la Junta General de Accionistas, tras insistir en que «los capitanes de este barco son de los mejores del mundo».

BBVA logró en 2008, un beneficio atribuido de 5.414 millones, «prácticamente igual que en 2007; incluyendo los beneficios singulares, el beneficio se situaría en 5.020 millones de euros, un 18% menos que en 2007». Para González, «estos resultados significan que en medio del deterioro económico y financiero global, BBVA ha mantenido intacta su capacidad de generar resultados recurrentes, que contrastan con los de nuestros competidores». En este sentido, el presidente de BBVA destacó que «en el año más duro para la banca desde la crisis de 1929, hemos conseguido mantener altas tasas de crecimiento», lo que ha generado «mayor eficiencia para nuestra industria».

Destacó, por otro lado, que «no hemos necesitado inyecciones de capital privado o público. Nuestra fortaleza nos hace ser mucho menos vulnerables», aunque reconoció que de la crisis económica existente no sólo se sale por esa situación.

A juicio de Francisco González, es necesaria la «estabilidad» y el «buen funcionamiento del sistema financiero» son condiciones necesarias, pero «no suficientes para la recuperación de la economía española». A este respecto, recomendó «limitar el impacto económico y social de la crisis y poner las bases de un nuevo modelo económico que sustituya al anterior, ya agotado. Es una tarea de tal envergadura que ningún gobierno, ningún partido, puede llevarla a cabo en solitario», señaló.

Defensa del neoliberalismo

González se mostró partidario de «aparcar nuestras diferencias y nuestros intereses particulares para afrontar esta situación de verdadera emergencia». Por lo que subrayó que «se necesita un acuerdo con el compromiso de todos. Un gran contrato económico y social para afrontar nuestros graves problemas inmediatos y avanzar hacia un nuevo modelo para que la economía española sea más productiva y más competitiva en el mercado global, más moderna y más creadora de riqueza y empleo». El cambio de modelo no significa rechazar el neoliberalismo de la globalización. Todo lo contrario. Según precisó, «se debe respetar el libre comercio y la competencia del mercado. El sistema está vivo, aunque se debe ajustar». Se mostró partidario de que las administraciones públicas intervengan en las entidades financieras «para recuperarlas», pero después «las tienen que devolver al sistema privado con absoluta transparencia en los procesos de privatización».

En este caso, el presidente de BBVA afirmó que «no es necesario apoyar a los débiles», porque «mantener en pie a una entidad irremediablemente dañada, mediante ayudas públicas, afecta negativamente al funcionamiento del sistema y perpetúa la desconfianza. Esa entidad se ve incapacitada para dar crédito, que es la esencia de la banca y, al tiempo, está consumiendo recursos públicos y privados tan escasos y tan necesarios para otros fines productivos». De esa manera, adelantó que el sistema financiero será «fuerte y capaz de canalizar el crédito a las empresas y las familias».

Previsiones de 2009

De cara a la evolución de este año, afirmó que BBVA «afronta 2009 con prudencia, pero, al mismo tiempo, con optimismo, porque estamos convencidos de la solidez de nuestra posición financiera y de capital y de la potencia de nuestro modelo de negocio».

Anticipó que «vamos a seguir adelantándonos al resto de la industria bancaria. Vamos a poner en valor nuestras ventajas en solvencia, en gestión del riesgo, en tecnología, en innovación aplicada a los clientes y al negocio. Vamos a hacer nuevas entregas de nuestro proyecto de transformación, del banco de futuro».

Como censuraron algunos accionistas en el turno de ruegos y preguntas, BBVA destruyó alrededor de 2.000 empleos en el Estado español y se está produciendo una elevada deslocalización y subcontratación de servicios, lo que está provocando «una peor atención a los clientes». Sin embargo, el presidente de BBVA rechazó esas críticas y tan sólo se limitó a darlas por escuchadas y trabajar en el futuro por evitar los problemas, una salida que adopta todos los años pero que después «incumple», según dijeron los accionistas.

Para él, en este momento es «más importante mantenerse en esa posición de firmeza» y contemplar que, si hay oportunidad, «optar por la compra de algún banco». No obstante, reconoció que no es fácil por la crisis económica y financiera.

Denuncia de la destrucción de empleo

En la calle, representantes de ELA, LAB y CGT denunciaron la actitud del BBVA que «mantiene enormes beneficios económicos, pero está destruyendo empleo y, sin embargo, premia a sus directivos con enormes salarios».

En el acto, que congregó a centenares de trabajadores bajo el lema «BBVA Ladrones», el delegado sindical de LAB en el banco, José Angel Torres, aseguró que el Plan de Innovación y Transformación (PIT), está suponiendo «la destrucción de puestos de trabajo» y la consiguiente «bajada de la calidad» en la atención al cliente. Denunció la creación de empresas como OPPlus, con capital del banco, para «desviar allí parte de los trabajos y pagar menos de 14.000 euros a los empleados». También denunciaron que la expansión en América Latina del banco ha supuesto la pérdida de 7.00o empleos.

Dentro, en la Junta de Accionistas, el representante de CCOO, Juan José Giner, pidió la salida de BBVA de los paraísos fiscales y, al igual que Sebastián Moreno de UGT, lamentó «la política de subcontratación y externalización de trabajos». Mientras que una representante de la CIG Galega lamentó que «a los trabajadores se nos pida prudencia salarial en este momento de crisis, mientras que los altos ejecutivos de este banco se reparten los beneficios multimillonarios». Criticó la política de empleo del banco, porque «se avanza hacia la subcontratación, lo que nos va a perjudicar».

Carmen Alcaide, en representación de los antiguos trabajadores de BBVA, criticó de forma directa la política de Francisco González por «haber recortado el dividendo en 2008 para permitir la capitalización del banco» y señaló que «los elevados sueldos de los ejecutivos son muy discutibles». J. B.

Del comercio de armas al ataque al medio ambiente

La Plataforma contra el BBVA se concentró ayer ante la Junta General de Accionistas en el Palacio Euskalduna para denunciar «las maniobras que financian y enriquecen al banco: comercio de armas, destrucción del medio ambiente, etc». Los miembros de la plataforma marcharon en manifestación hasta las cercanías del Euskalduna, donde la Ertzaintza les interceptó. Sin embargo, tres activistas realizaron una «acción no violenta», ya que lograron acercarse a la explanada de entrada al acto y se arrojaron pintura roja por la cabeza, «simulando la sangre que el banco derrama por dinero». Los ertzainas les arrastraron para intentar eliminar esa imagen justo al inicio de la junta. La Plataforma anti BBVA denunció que a un cámara de Ibaizabal Telebista le obligaron a borrar las imágenes.    J. B.

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