Un total de 85 obras conforman la exposición antológica que las Salas Kutxa Boulevard de Donostia dedican, desde hoy y hasta el próximo 19 de abril, al pintor guipuzcoano Jacinto Olave (1877-1957), uno de los más destacados retratistas vascos de la primera mitad del siglo XX.

Jacinto Olave nació en Eibar y emigró a Argentina en su infancia. Estudió en Madrid, donde «despertaba la envidia» de sus compañeros por «sus excepcionales dotes para el dibujo», señaló el comisario de la exposición, Mikel Lertxundi. Tras regresar a su pueblo natal, en 1901, y ver que no había demanda suficiente, Olave «colgó los pinceles» y se dedicó durante 16 años al damasquinado y a la enseñanza de dibujo en la Academia Municipal de Eibar. A partir de 1917 recuperó su pasión y «pintó exclusivamente para satisfacer su don creativo».