Dos varones de 50 y 36 años están heridos de gravedad tras un suceso producido en el alto de Arrate, en Eibar. Según se informó a última hora de la tarde, habían sido víctimas de la explosión fortuita de un obús abando- nado desde la guerra del 36, es decir, hace más de 70 años. Hallazgos similares se producen de modo esporádico en diferentes puntos del Estado, y también en Euskal Herria. Por citar el caso más conocido y dramático, en 1976 la explosión de un obús abandonado por el Ejército español en la sierra de Urbasa provocó la muerte de cinco vecinos de Etxarri-Aranatz.

La explosión de Eibar se produjo en torno a las 19.20, según dio a conocer la Ertzaintza. Al parecer, se encontraban manipulando el artefacto cuando explotó y les alcanzó provocándoles heridas de gravedad. Dotaciones sanitarias se acercaron al lugar para atender a las víctimas y las trasladaron hasta el hospital de Gurutzeta, en Barakaldo.

El obús tenía un diámetro de 155 milímetros, y estaba siendo manipulado en el interior de una chabola situada junto al santuario. La Ertzaintza rastreó la zona posteriormente en busca de más artefacto similares, y poco después hizo saber que había hallado más explosivos datados como de la guerra del 36, al parecer en la misma chabola.

Según informó el Departamento de Interior de Lakua, los especialistas de la Ertzaintza continuarán hoy con las labores de inspección, retirada y, llegado el caso, desactivación del material hallado en la chabola. Las tareas tuvieron que interrumpirse ante la falta de luz. La zona había sido acordonada.

A la hora de cerrar esta información no se habían facilitado más datos sobre el estado exacto de los dos hombres, aunque su situación era calificada como «de gravedad», que se elevaría hasta el grado de «muy grave» en el caso de uno de ellos.

En la zona de Eibar en que se produjo el suceso hubo frente de guerra en 1936 y se registraron fuertes combates.

Sokoa, Donostia, Etxarri...

Sucesos de este tipo siguen produciéndose de forma puntual en todas las zonas del Estado en que se produjeron enfrentamientos bélicos. Sin ir más lejos, en el pasado mes de febrero un vecino de Lleida sufrió también heridas de gravedad por el estallido de un obús abandonado.

En Euskal Herria también se han registrado sobresaltos. Por citar algunos, en 1999 un obús fue sacado de un sótano de Donostia en el que había sido encontrado tras unas obras. Tras proceder a esta labor, se comprobó que no tenía carga explosiva y que por tanto no se habían producido situaciones de peligro.

En julio del año pasado también se hallaron cerca de 40 obuses de la Segunda Guerra Mundial en la costa labortana, cerca de Sokoa. También en este caso el hallazgo se solventó sin heridos.

Muy diferente fue lo ocurrido en Etxarri-Aranatz el 18 de junio de 1976 a las 20.50. Cinco personas murieron al instante tras la brutal explosión de un obús que había sido abandonado por el Ejército español en unas maniobras realizadas en la cercana sierra de Urbasa.

En este caso, se trataba de un artefacto de unos veinte kilos de peso, que había sido recogido por un vecino como chatarra y explotó en una bajera de las llamadas «casas baratas» de Etxarri-Aranatz. Entre quienes perdieron la vida había dos niños: José Luis Luis, de seis años, y Jesús Miguel Zeberio, de once. Falleció también el padre del primero, Saturnino Luis, de 43 años, nacido en la vecina localidad de Lizarraga-Ergoiena. También Segundo Maiza, etxarriarra de 71 años y abuelo de Jesús Miguel Zeberio. Y María Gloria Pejenaute, una vecina de Milagro de 58 años. Los hechos fueron olvidados pronto.