El Fondo de Inversión y Ahorro Responsable (Fiare), la banca ética que nació en Bilbo hace ocho años, ha emprendido el camino de buscar accionistas en todo el Estado español. Hasta el momento son 350 los socios implicados en este proyecto.

La banca nació con la vocación de llegar a operar como una banca tradicional en lo referido a su funcionamineto, pero no a sus principios. Y es que la base de la filosofía de este banco es el sometimiento de sus servicios financieros a un «filtro ético» para «no utilizar el dinero para saltar de la economía real a la especulativa».

Así lo explicó Peru Sasia, el director de la banca, quien recordó que «los dueños de este proyecto no son hábiles inversores, sino redes ciudadanas y movimientos sociales».

A la espera de ganar adeptos y poder ampliar su mercado, de momento Fiare ofrece una gama limitada de productos financieros. Concretamente, se trata de depósitos a plazo fijo, de los que se benefician alrededor de 800 personas, y concede préstamos para proyectos con interés social. Aunque la banca no pueda ofrecer todavía los mismos productos que los bancos tradicionales, se prepara para hacerlo en 2011.

15 millones en ahorros

Para poder equiparar la oferta, los esfuerzos de FIARE se centran en conseguir accionistas que se impliquen en el proyecto con su dinero. Sasia explicó que las aportaciones pueden ser de un mínimo de 300 euros para personas físicas y 600 para organizaciones. Un total de 350 personas han respondido ya a este llamamiento y han incorporado a Fiare 400.000 euros de capital social.

Con la aportación de los 350 accionistas, los ahorros confiados a FIARE alcanzan los quince millones de euros, cantidad con la que se cubren los nueve millones destinados en préstamos a quince proyectos concretos.

La previsión de la banca es cerrar el año con 2.000 socios y un millón de euros. Y el reto es que en dos años 10.000 ciudadanos de todo el Estado español se conviertan en accionistas. Sasia recordó que cualquier proyecto no puede optar a contar con el apoyo de FIARE.

Para ello es preciso que las iniciativas financiadas se muevan en ámbitos como la inserción social, la cooperación el desarrollo, el comercio justo, el medio ambiente o la agricultura ecológica.

Entre las iniciativas que han visto la luz gracias a esta banca en Euskal Herria, se encuentran proyectos para personas sin hogar, centros de apoyo a toxicómanos o programas de inserción laboral. A diferencia de la banca tradicional, el ahorrador de Fiare puede orientar el destino del préstamo al que quiere que se dirija su dinero.

El siguiente paso a dar el próximo año será la habilitación de cuentas corrientes y la banca por internet. También pretenden ampliar sus oficinas. Hasta el momento cuenta n con una en Bilbo y otra en Barcelona, y este año quieren abrir nuevas delegaciones en Valencia y Andalucía.