El Plan de Gestión del Lobo que ultima la Diputación foral alavesa verá la luz en un mes. Así lo ha adelantado el diputado de Medio Ambiente, Mikel Mintegi, que tiene a ganaderos y ecologistas pendientes de un documento que habrá que ver si agrada o si, finalmente, mantiene el enconado enfrentamiento sobre la presencia del depredador en suelo vasco. De momento, el dirigente de EA se ha limitado a decir que la convivencia entre lobos, personas y ganado es posible, aunque habrá que ver en qué términos.

Un anuncio que coincide con la apertura en la capital alavesa de una exposición que lleva por título ``Amigo lobo: leyenda y realidad del lobo ibérico'' y cuyo autor es Carlos Sanz, colaborador del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. Fotografías, comentarios sobre sus costumbres y vitrinas con cepos, cráneos y otros elementos ligados a este animal, forman parte de esta muestra que se puede visitar en la Casa de la Cultura de la Florida hasta el 22 de abril.

Número de ejemplares

El autor de esta exposición pretende con ella «rechazar el mito de Caperucita y el lobo», negando que estos animales ataquen a los humanos. «El lobo es una especie enigmática y mítica, que ha pasado de estar en peligro de extinción a estar amenazada», sobre todo porque hoy su población peninsular puede rondar los 2.000-2.500 ejemplares. De ellos, son muy pocos los que pisan suelo vasco. «Podría haber alguna manada establecida en las sierras de Salbada y Gibijo», ha afirmado el diputado Mintegi, además de lobos solitarios que cruzan desde Burgos. «Pero su número es insignificante si lo comparamos con lugares como Castilla y León, Galicia o Asturias», ha precisado.

Según los últimos datos que obran en manos del Grupo Lobo Euskadi, se calcula que son al menos cinco ejemplares los que pisan, aunque ocasionalmente, territorio alavés o vizcaino, provenientes del vecino territorio burgalés. En abril, el informe de Diputación será más preciso y propondrá soluciones. Luego, ha prometido abrirlo al debate.