Inquietud en los campos libaneses tras el atentado contra dirigentes de la OLP
El atentado que se cobra la vida del número dos de la OLP en Líbano, Kamal Medhat, fue interpretado por las principales formaciones palestinas como un intento de actuar contra las conversaciones interpalestinas que buscan el Gobierno de unidad nacional.
GARA |
El número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Líbano, Kamal Medhat, y otros tres palestinos murieron ayer como consecuencia de un atentado registrado cerca del campo de refugiados de Mieh Mieh, en Sidón, al sur del país. Se trata del más alto representante de la OLP muerto en atentado en Líbano desde 1982.
Medhat, próximo al histórico dirigente la OLP Yasser Arafat, murió «cuando estalló una bomba colocada al borde la carretera en el momento en el que pasaba su convoy, cerca de la entrada del campamento y de una barrera del Ejército libanés», afirmó a France Presse Mounir Makdah, responsable de la seguridad en los doce campos de refugiados palestinos en Líbano. Según señaló, el explosivo empleado fueron 20 kilos de TNT.
El vehículo de Abbas Zaki, representante de la OLP en Líbano, salió del campo de Mieh Mieh diez minutos antes que el convoy de Medhat, precisó Makdah. «Quienes están detrás de este atentado están, de una u otra manera, al servicio de los intereses de Israel», destacó Zaki, que al igual que Medhat, acudió ayer al campo de Mieh Mieh para mostrar sus condolencias a dos miembros de Al-Fatah que murieron el sábado durante un enfrentamiento entre dos grupos rivales. El atentado se produjo cuando ambos iniciaban el viaje de regreso a Beirut.
Medhat, conocido también por el apodo de Kamal Nagi, fue responsable de los servicios de información de Al-Fatah, la principal formación de la OLP y a la que pertenece el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Entre los fallecidos, se encuentra también Akram Daher, responsable de Juventud en la OLP de Líbano. Los otros dos muertos, según Al-Jazeera, son guardaespaldas.
La explosión provocó un cráter de cinco metros de profundidad, desplazando el vehículo a un olivar situado junto a la carretera de acceso al campo.
Condena de Hamas
El representante de Hamas en Líbano, Osama Hamdan, condenó el atentado, que, según señaló «tiene como objetivo desestabilizar la situación en los campos de refugiados». Ningún grupo asumió ayer la responsabilidad del atentado.
Según señaló Hamdan a la televisión libanesa LBC, «todos los enemigos de los palestinos, incluido Israel, se benefician con el asesinato de Medhat, en especial por el papel central que ha desempeñado en el proceso de reconciliación interpalestina».
El movimiento libanés Hizbullah, por su parte, destacó que «las huellas sionistas son claras».
Desde Ramallah, Abbas calificó el atentado de Mieh Mieh de «crimen terrorista».
El secretario general del FPLP, Ahmed Sa'adat, ha sido trasladado de la cárcel de Hadarim a la de Asqlelan y sometido a aislamiento. Sa'adat era uno de los presos que debía ser intercambiado por el soldado Gilad Shalit.
El líder del Likud, Benjamin Netanyahu, alcanzó ayer un acuerdo con la formación ultraortodoxa Shas para su entrada en el próximo Gobierno. Shas, que obtuvo once escaños, se une al conservador Likud (27) y al ultraderechista Israel Beitenu (quince). Sin embargo, Netanyahu aún necesita el apoyo de al menos ocho parlamentarios para lograr la mayoría absoluta en la Knesset (Parlamento).
En virtud del acuerdo, Shas recibirá cuatro ministerios y su líder, Eli Yishai, se convertirá en el titular de Interior y viceprimer ministro de Netanyahu. Yishai descartó que el nuevo Gobierno acepte «cualquier cesión sobre Jerusalén», es decir, que continuará con la colonización de barrios palestinos.
Tras el acuerdo con Shas, el Likud busca ahora el apoyo de los laboristas, profundamente divididos entre su líder, Ehud Barak, que defiende la opción de entrar en el Gobierno, y siete de sus trece parlamentarios, que se oponen a ello. Éstos consideran que Barak ya ha alcanzado un acuerdo para sumarse al Ejecutivo únicamente por su interés personal y consideran que gobernar con Netanyahu sería «catastrófico».
El ciudadano yemení Basam al-Haidari fue condenado a muerte ayer por un tribunal de ese país al encontrarle culpable de espiar a favor de Israel. Su compañero Alí Abdallah Saleh al-Mahfa recibió una pena de cinco años.