Etxeberz, Mínguez, Ruiz de Erentxun y Olano también sufrieron una caída que nunca olvidarán
Protagonistas por caerse al lado de Lance Armstrong
Cuatro ciclistas del Orbea tuvieron una relevancia no deseada al salir en unas imágenes que han dado la vuelta al mundo. Les duelen más las secuelas que tuvo el percance para el tejano que sus propios golpes.
Joseba ITURRIA | PALENCIA
Cuatro jóvenes del Orbea-Oreka-SDA eran protagonistas ayer en Palencia por compartir caída con Lance Armstrong y aparecer en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. Miguel Mínguez, Aitor Olano, Eneko Etxeberz y Eriz Ruiz de Erentxun contaban la desgraciada anécdota, mostraban más dolor por la clavícula del estadounidense que por sus golpes y dejaban claro que ellos no fueron los causantes de la montonera.
Miguel Mínguez recordaba que «cuando ganó su primer Tour yo tenía once años, ni había empezado a andar en bici. Empecé con catorce. Se cayeron tres por delante, me fui al suelo y después me dieron por detrás. Cuando me reincorporaba le vi a Armstrong en la cuneta sentado, se tocaba la clavícula y vi que se la había roto. Me daba hasta pena. Me dolía lo mío, pero lo suyo también. Volvía, se preparaba para el Giro y Tour y se cae. Es una pena para todos, también para nosotros, que no volveremos a coincidir con él».
«Sientes que es un humano más»
Eriz Ruiz de Erentxun repetía lo manifestado en una entrevista requerida por el mismo motivo: «Otras veces lo primero que haces cuando te caes es coger la bici e intentar entrar lo antes posible. Ayer fue curioso. Cogí la bici y me quedé parado, miré a Armstrong y vi que no tenía intención de seguir. Al ser un ciclista tan bueno, ha tenido enemigos, pero siempre lo he admirado y me parece un ejemlo increíble de lucha para superar lo que ha sufrido y, cuando lo ves en el suelo, sientes que es un humano más y te da pena».
Aitor Olano recordaba que «ya veníamos de atrás por una caída y cuando llegué a la montonera me di cuenta de que estaba Armstrong. Fue un día especial, le veías a tu lado y era una sensación rara. No nos imaginábamos nunca que íbamos a correr con Armstrong y no sabemos si volveremos a hacerlo».
El cuarto Orbea que se vio implicado en la caída fue Eneko Etxeberz: «Había bastantes tirados por delante y me tuve que ir a la acequia porque si no me iba encima de ellos. Luego, al montarme en la bici, mire a la derecha y estaba en el suelo. Cuando era un crío le veía ganar los Tours y correr con él es especial. Cuando le ves en la cuneta te quedas con esa sensación».
El director, Álvaro González de Galdeano, explicaba la razón de que cuatro jóvenes suyos aparecieran en la caída con Armstrong y recuerda que «al final les mandas ir juntos a los corredores, estar en equipo. A pesar de que les avisé porque sabíamos que había un estrechamiento, les pilló la caída y el ir juntos lo que tiene es que se caen todos. Al principio me preocupé, pero me dijeron que no hay problema y al rato me vino el mecánico a decirme que Armstrong no iba a acabar. Cuando pasamos le vi y ya sentí que tenía la rotura de clavícula. Es una desgracia porque la carrera le ha perdido y ha bajado la intensidad con la que se iba a seguir durante toda la semana».
Recordaba que «yo he corrido con Armstrong muchos años y a los chavales se les notaba que era especial estar con él, estaban motivados y siempre tendrán esa anécdota. Hace falta volverle a ver en una carrera y que estemos también nosotros».
Pero Álvaro reivindica que antes de la caída ya fueron protagonistas por la escapada de Mikel Ilundain: «Ganar está complicado y no tenemos otro objetivo que dejarnos ver e intentarlo. Un equipo de nuestra categoría como el Burgos ha conseguido ganar y hay que estar delante. Si estamos en escapadas, algún día puede tocar».
De Santos, seleccionador español, se acercó mientras hablaba con GARA a pedirle corredores para el Giro de las Regiones, algo que demuestra el nivel de sus jóvenes, pero tienen un calendario intenso a partir de ahora y Álvaro no es partidario de cargarles más de carreras.
El mánager de Astana, Johan Bruyneel, que no estuvo el martes porque el equipo en Castilla León lo dirige Sean Yates, se acercó a Palencia desde su casa de Madrid, donde espera familia, y tras hablar con Armstrong, que volvió a Estados Unidos vía Madrid, decía que «cualquier accidente es un contratiempo, pero romper una clavícula es la mejor lesión que puedes tener. No es una fractura catastrófica y no vamos a hacer un drama de esto».
Sobre su presencia en el Giro, Bruyneel señaló que «no podemos decir nada por el momento. Hay que esperar hasta que llegue a Estados Unidos, le vea un cirujano y lo más previsible es que sea sometido a una operación esta semana. En principio es una fractura sin complicaciones, pero pueden cambiar las cosas. Presenta un hematoma, está más hinchado y hay cosas que no se ven y debemos ser prudentes. Según las primeras informaciones, debería ser posible estar en el Giro, pero lo que no sabemos es en qué condición».
Añadía que «cuando se prepara un objetivo nunca es bueno ir contrarreloj. Lance había comenzado bien y ahora es necesario volver a empezar. Esto no es un problema para el Tour. ¿Será un problema para el Giro? Ésa es la gran pregunta. ¿Si es posible correrlo y en que condición? Puede estar, pero que pueda disputar el Giro va a ser otra cosa». O sea, si lo corre es probable que sea para preparar el Tour.
Tras la decepción, Bruyneel era feliz con el doblete de ayer y no compartía, como dijo Contador, que fuera a ser gregario de Leipheimer. «Eso ya lo veremos, es bueno tener dos opciones. Lo importante es que los dos han hecho una gran crono y que Alberto demuestra estar a la altura de los mejores contrarrelojistas».
«Les dije que fueran todos juntos y eso provoca que cuando hay una caída afecte a todos y por eso hemos salido en todas las imágenes».