«Con o sin ayudas testimoniales, la cadena de la solidaridad no se va a detener. No van a acabar con nuestra decisión de arropar nuestros familiares y amigos encarcelados». Con estas palabras, Etxerat replicó ayer al secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, quien anunció que «el nuevo gobierno que presidirá Patxi López» anulará las ayudas de Lakua para sufragar los viajes a las cárceles de los allegados de los presos vascos. Ares anunció que su partido adoptará «todas las medidas que sean posibles» para que estas ayudas no entren en vigor.

14.700.000 euros

Desde la asociación de familiares respondieron afirmando que ni Ares ni su partido «tienen nada que hacer ante la voluntad de miles de personas en Euskal Herria: llevar cariño y solidaridad a todos los presos políticos vascos encarcelados».

En un comunicado, Etxerat, además de denunciar «con rotundidad» las palabras del dirigente del PSE, recuerda que las ayudas de Lakua «sólo contribuyen a aligerar mínimamente la enorme carga económica que supone la dispersión», ya que, destacaron, «una partida de 225.081 euros tan sólo supone una pequeña gota de agua dentro de los 14.700.000 euros de gasto que provoca anualmente la dispersión».

A la asociación de familiares no le sorprende, en cualquier caso, «la falta de ética y de vergüenza del señor Ares y su partido», y recuerda que «hablamos de un partido que hace ya 20 años diseñó la política de dispersión con el objetivo de aniquilar a nuestros familiares», una formación que «aplica la cadena perpetua» y «mira para otro lado ante la existencia de presos y presas con enfermedades graves e incurables».

Por otra parte, el preso político de Hendaia Patxiku Guimon, detenido en 1999 por la Gendarmería, quedó libre ayer por la mañana. Por los presos, 24 personas se concentraron en Atarrabia.