Crónica | Ocho militantes abertzales recobran su libertad
Libres tras ser encarcelados por querer dar voz al independentismo
Trece días después de que D3M se presentara en sociedad como opción independentista a los comcios, ocho personas, entre ellas la cabeza de lista por Araba, fueron detenidas. Pasó la cita con las urnas, y estos ocho militantes abertzales han recobrado su libertad, tras admitir la Audiencia Nacional que su arresto se debió a su militancia política.
Oihana LLORENTE
Amparo Lasheras, Arantza Urkaregi, Iñaki Olalde, Hodei Egaña, Agurtzane Solabarrieta, Eli Zubiaga, Imanol Nieto e Iker Rodrigo volvieron a disfrutar ayer de la compañía de los suyos después de permanecer alrededor de dos meses apresados en distintas prisiones del Estado español por su deseo de concurrir en las elecciones que tuvieron lugar el pasado 1 de marzo.
Estos ocho militantes independentistas fueron arrestados la madrugada del 23 de enero en un operativo dirigido por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y en el que participaron cerca de trescientos agentes de la Policía española. Tan sólo trece días antes, la plataforma D3M, con Amparo Lasheras como una de sus portavoces, se presentaba ante la sociedad como una opción política de izquierdas y abertzale.
El operativo y el posterior encarcelamiento de los detenidos fue empleado por los tribunales españoles para allanar el camino de la ilegalización de la plataforma abertzale y de Askatasuna, partido legal desde 1998.
Sin embargo, anteayer, una vez transcurridos los comicios autonómicos, la Sala de lo Penal del tribunal especial dictó un auto en el que estimaba de manera parcial el recurso de apelación presentado por la defensa y revocaba la prisión provisional decretada por el Juzgado número 5 del mismo tribunal, previo pago de 6.000 euros.
Reencuentros emotivos
Sólo Arantza Urkaregi fue liberada el mismo martes, horas después de que la Sala de lo Penal diera conocimiento del fallo y después de que sus familiares abonaran la cantidad exigida antes de que los bancos cerraran sus puertas. La profesora de la UPV dejó atrás la prisión gallega de A Lama a las 21.00, reencontrándose con sus allegados, que se habían trasladado hasta allí.
Tras pasar la noche en Galiza, Urkaregi puso rumbo a Euskal Herria, donde amigos y familiares la esperaban ansiosos en la herriko taberna Errondabide. Urkaregi retiró su fotografía de la pared entre aplausos de los congregados.
Los familiares de Iñaki Olalde también lograron abonar el dinero el martes por la mañana y pese a que numerosos amigos y familiares se desplazaron hasta Teruel para esperar al aguraindarra, éste no salió hasta el mediodía de ayer. Algunos amigos incluso tuvieron que volver de Teruel la noche del martes para acudir al trabajo.
GARA pudo hablar con Olalde, que se encontraba sorprendido con la decisión y «muy contento» de volver a ver a sus compañeros de la ikastola, familiares y amigos. Sin embargo, también tuvo palabras para los kides que lo han arropado durantes estos dos meses. Apuntó que pasó toda la mañana despidiéndose de ellos y aseguró que sale a la calle con el compromiso de trabajar hasta que sus compañeros también lo estén.
La usurbildarra Agurtzane Solabarrieta abandonó la prisión de Brieva alrededor de las 14.00, donde también la esperaban y nada más llegar a Usurbil fue recibida por sus vecinos.
Eli Zubiaga abandonó al mediodía de ayer la cárcel de Córdoba donde la esperaban su compañero, su hermano y un amigo. Aseguró a GARA que estaba «alucinando y deseando llegar a Euskal Herria».
Hodei Egaña, Iker Rodrigo e Imanol Nieto, por su parte, también dejaron atrás las prisiones de Herrera, Ocaña y Foncalent, respectivamente.
La última en abandonar la prisión fue la parlamentaria electa de D3M por Araba, Amparo Lasheras, que salió pasadas las 19.00 de la cárcel de Valladolid.
En el auto emitido el martes, la Sala de lo Penal asume parcialmente la apelación de la defensa, que se sustenta en que los ocho ciudadanos fueron encarcelados por ejercer el derecho a la participación política. Así lo valoró ayer la letrada Jone Goirizelaia: «Lo que hace es aceptar la tesis de la defensa diciendo que, efectivamente, esas actividades por las cuales esas personas han sido encarceladas, son actividades de carácter político». Esta abogada apuntó, además, que sin entrar a valorar si las acciones son constitutivas o no de delito, la Sala de lo Penal entiende que estas personas no van a eludir la acción de la Justicia.