IBILIZ IBILI Antxon Iturritza "Aizpel"
Arranomendi y Artzamendi, en las tierras de la Nive
Aislado en medio del desfiladero trazado por la Nive, se encuentra el pequeño barrio de Laxia, situado a dos kilómetros del centro de Itxaso, desde el que vamos a iniciar nuestra excursión.
Será, precisamente, el vallecito que se abre a partir de este núcleo, formado por unos pocos caseríos y dos restaurantes, el eje del círculo que vamos a trazar con las cumbres de Arranomendi (Mondarrain) y Artzamendi, como puntos principa- les de referencia.
Tras pasar frente al primer restaurante y dejar a la izquierda un pequeño frontón, abordamos un camino asfaltado que asciende con fuerza. Poco después se convierte en un ancho camino que flanquea la ladera. Pasamos una langa (30 min) y poco después encontramos un indicador. En todo momento seguimos la referencia de un balizaje amarillo. Se nos cruza la carretera que llega desde el collado de Atarria. Proseguimos hasta alcanzar el collado de Amezketa (476 m.), identificable por el bosquete de coníferas que contrasta entre los herbales. Lo bordeamos y afrontamos en directo el ascenso a la cumbre de Arranomendi.
La parte final se encuentra formada por grandes bloques de cuarcita, que sirven como escuela de boulder. Para alcanzar la parte alta de la montaña es conveniente seguir la referencia de las señalizaciones con el fin de salvar de manera más cómoda este pequeño laberinto rocoso. Cima de Arranomendi (749 m,) (1.25 h), conocida también, por deformación de su nombre, como Mondarrain.
Desde la cima podremos ya abarcar con la vista el círculo que vamos a trazar en torno al valle de Laxia para alcanzar la cima de Artzamendi, que vemos en la margen opuesta. En este itinerario, el collado des Veaux será la siguiente referencia a alcanzar. Para ello deberemos seguir el cordal que en dirección sur flanquea las laderas de Urreizti, siguiendo sendas por las que se avanza con rapidez. Tras superar el collado de Zuharreta (566 m.) (2.55 h), entramos en una pista que bordea la loma de Gorospil. El balizaje de la GR-10 nos acompaña ahora hasta situarnos frente a Esteban Borda, el gîte d´étape situado sobre el mismo collado des Veaux (574 m.) (2.35 h).
Unos tramos por asfalto, que podemos soslayar con algunos atajos, nos hacen ganar altura hasta alcanzar el collado de Meatze (716 m.) (3.15 h), identificable por su menhir y los cromlechs que ocupan este despeja- do paso, abierto entre las cimas de Iguzki y Artzamendi. Al otro lado las laderas caen precipitadamente hacia la barranca de Aritzazun, en cuya margen opuesta se alza altivamente la cumbre de Irubelakaskoa.
Desde el collado de Meatze se presentan ante nosotros dos alternativas. Una, poco frecuentada, es la de buscar unos metros más abajo en la vertiente occidental de Artzamendi una senda que, trabajosamente nos permitirá bordear la montaña hasta alcanzar el collado de Kanbotxokoko borda. Es una opción más original, pero a evitar cuando la hierba esté húmeda. La segunda posibilidad es la más evidente: abordar el ascenso directo a la cima de Artzamendi.
Alternativa más estética
Una carretera de servicio zigzaguea por la ladera. Nosotros vamos a intentar evitarla buscando los tenues senderos que se abren entre los herbales hasta ganar el lomo rocoso de la montaña. Es una alternativa que nos costará un poco más de tiempo, pero infinitamente más estética.
La cima de Artzamendi (926 m.) (3.45 h) está invadida por una gran instalación de telecomunicaciones, lo que la convierte en poco atractiva, pero ofrece una extraordinaria panorámica sobre el valle de la Nive y las tierras llanas de Lapurdi. Si miramos al otro lado, observaremos la cercana barrera del Iparla y las siluetas de las montañas más altas de Baztan.
Por una senda que corre en paralelo a la verja sorteamos los ecotados de las instalaciones hasta situarnos bajo la torre coronada por una gran esfera. A la derecha de este edificio, entre unos bloques de cemento, iniciamos el fuerte descenso hasta el collado de Kanbotxokoko borda (612 m.) (4.05 h).
Nos encontramos en un amplio terreno de herbales, con la cima de Malda a la izquierda. La senda nos invita a seguir directamente hacia un camino que discurre por un elegante tramo empedrado. Sin embargo, esta ruta, anteriormente balizada (las marcas han sido borradas), se dirige hacia un caserío en el cual nos encontraremos con su propietario impidiéndonos violentamente el paso.
Desde el collado deberemos seguir la dirección de un panel amarillo que deriva a la derecha y se acerca al barranco de Lantxuteko malda hasta alcanzar por un viejo camino la carreterita asfaltada que llega hasta los caseríos más elevados. Desde allí sólo nos queda regresar hasta el barrio de Laxia (5 h).