Aritxulegi vuelve a ser escenario del tributo a la memoria de los gudaris
Alrededor de doscientas personas participaron ayer en el acto anual que se celebra en Aritxulegi en honor a los 225 gudaris «que dieron su vida en la lucha por la libertad de Euskal Herria», coincidiendo con el 28º aniversario del fallecimiento de Telesforo Monzón. La presencia de la Guardia Civil no impidió que se llevase a cabo el acto de reconocimiento. El instituto militar colocó un control en Arditturi, donde identificaron a los asistentes al homenaje.Gari MUJIKA |
El día en el que que se conmemoraba el 28º aniversario de la muerte del histórico abertzale Telesforo Monzón, alrededor de doscientas personas volvieron al «robledo de los gudaris» de Aritxulegi, en Oiartzun, a honrar su memoria y su ejemplo, colocando un nuevo árbol por el recientemente fallecido Pedro Mari Goikoetxea.
El «bosque de los gudaris» de Aritxulegi cuenta ya con 225 robles, que a partir de las 11.30 de ayer fueron obsequiados con sendas rosas rojas entre lágrimas de allegados y amigos que volvieron a recordarles pese a las trabas policiales.
Después de pasar ante la placa de EAE-ANV en honor a los gudaris muertos, en la que se observan más de una docena de marcas de disparos, un sencillo pero emotivo acto recordó la memoria de esos 225 ciudadanas vascas y vascos «que dieron su vida por Euskal Herria».
Con una mañana despejada, a pocos se les escapó la presencia de varios guardias civiles apostados bajo un árbol en la cima. Más evidente era el control que colocaron tras finalizar el acto cerca de las minas de Arditturri, donde identificaron a todos los que descendían de Aritxulegi. Militares que con curiosas preguntas como «¿Lleva usted algo, como explosivos o armas?», contaban también con reseñables seudónimos como, por ejemplo, Ander o Portu.
La irrupción de la Guardia Civil logró retrasar unos minutos el acto político que se llevó a cabo al mediodía en la plaza de Oiartzun y en el que tomó la palabra un miembro de la izquierda abertzale, quien reiteró el compromiso de proteger el «bosque de los gudaris» y de recordar «la memoria de quienes dieron su vida en la lucha por la libertad de Euskal Herria».
Con un somero repaso al contexto político actual, incidió en que los vetos a los ongi-etorri a presos, a los actos en defensa de sus derechos o a iniciativas como la de Aritxulegi persiguen «el cariño que les mostramos, porque eso les duele. Nos quieren imponer, como la Constitución, a quién debemos querer. Pero no, eso nunca va a ser así».
Incidió en que cara al futuro «tampoco vamos a tener nada fácil, como hasta ahora», pero se mostró seguro de que con el trabajo y el compromiso militante Euskal Herria alcanzará un marco democrático.