Desconocidos arrojaron en la madrugada de ayer, en torno a la 1.10, un cóctel molotov contra la fachada trasera del batzoki de Tolosa, según informó por la mañana el Departamento de Interior de Lakua.

Los Bomberos acudieron al lugar, aunque a su llegada, el fuego, que quemó una lona rotulada que pendía de la pared, ya estaba extinguido. Las llamas provocaron el ennegrecimiento de la parte trasera del batzoki y afectaron también a un vehículo estacionado junto al inmueble, en la calle Zumalakarregi.

El teniente alcalde de Tolosa, el jeltzale Jokin Azkue, condenó el ataque, al tiempo que indicó que este tipo de acciones «en absoluto ayudan a que se dé el proceso de paz que todos ansían y desean». En el transcurso de una visita a la sede de su partido atacada, manifestó su deseo de que «todos puedan vivir en paz» en este pueblo.

Desde el Ejecutivo de Lakua, que se sumó a la cascada de condenas, se incidió en que «como en otras ocasiones anteriores, sólo el azar y la casualidad han hecho posible que a estas horas no estemos ante una catástrofe».

Las muestras de rechazo al ataque se sucedieron desde primeras horas de la mañana. Así, el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, dijo que «los vascos lo único que quieren es vivir tranquilos y rechazan a ETA y a su entorno, el tiro en la nuca, el cóctel molotov, su imposición y la amenaza».

EA subrayó que este tipo de actos suponen «un obstáculo para la pacificación y normalización de Euskal Herria», apostillando que éstas serán sólo posibles «mediante una apuesta inequívoca por las vías políticas y democráticas». Aralar también reprobó el ataque.

El coordinador general de EB, Mikel Arana, llegó a exigir a la izquierda abertzale que «apueste definitiva y exclusivamente por las vías políticas y democráticas». María José Usandizaga, del PP, a su vez, aseguró que el nuevo Gobierno de Lakua defenderá «la libertad de todos».