GARA > Idatzia > Kirolak > Eibar

Segunda derrota consecutiva en Ipurua

Regalos a precio prohibitivo

Una jugada desgraciada impide al Eibar reencontrarse con la victoria. Los armeros realizaron un esfuerzo extraordinario, pero no pudieron traducirlo en goles. El tropiezo complica aún más el objetivo, aunque la permanencia sigue a cinco puntos.

EIBAR 0

RAYO VALLECANO 1

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Como un mileurista que se afana en llegar a fin de mes y acaba endeudándose por realizar sus compras navideñas en Cartier, el Eibar volvió a condenarse a la bancarrota con un regalo que su bolsillo no se puede permitir.

Noventa minutos de esfuerzo espectacular se fueron a la borda por el enésimo error puntual de la temporada. Esta vez le tocó a Pampin -aunque equilibró su actuación casi de inmediato, salvando un gol cantado- poner la soga al cuello de un equipo al que las posibilidades se le escurren entre los dedos. Y en este caso no hay tarjeta de crédito de la que tirar para las urgencias: el que el próximo 21 de junio tenga menos de 50 puntos en la libreta se despedirá de la categoría. Eso supone que el Eibar debe saldar con victoria siete de las doce jornadas restantes, algo que no ha conseguido desde hace ya un mes. Hay señales para la esperanza desde la llegada de Josu Uribe -la actitud, que tanto se exigía, fue espectacular en la jornada de ayer-, pero los resultados se siguen resistiendo y, lamentablemente, es lo que vale a la hora de saldar cuentas. La Liga, como los banqueros, sólo entiende de números.

Pese a todo, el que quiera ver el vaso medio lleno, puede hacerlo. Es difícil que se escapen partidos como el de ayer, aún dando un gol de ventaja al rival. Porque el Rayo demostró en Ipurua el porqué de su buena situación clasificatoria, pero acabó pidiendo la hora ante la acometida local.

Hubo que esperar, de todos modos, hasta que a Cobeño le llegaron los agobios. El choque comenzó igualado, con los dos equipos tirando de intensidad en las mismas proporciones y, por tanto, sin dominador. Cambió de raíz a los diez minutos, cuando Pampin despejaba un balón directamente a los pies de Piti que, con el guardameta local adelantado y sin defensas cerca, se encontró con una opción inigualable. No perdonó.

Al Eibar le tocó reaccionar y no le hizo ascos a la tarea. Pero se encontró con un auténtico frontón, que además devolvía las pelotas. Con Diamé insuperable en el centro del campo, Collantes haciendo lo que le daba la gana por su banda -hubo que pagar un precio por las incorporaciones de Rekarte al ataque- y Pachón y Piti incordiando continuamente, los azulgranas se encontraron con un doble problema: les resultaba casi imposible condudir el balón hasta el área y se exponían a un contragolpe que, en un par de ocasiones, estuvo a punto de sentenciar la tarde. El propio Pampin, de hecho, tuvo que lucirse cuando todavía se lamentaba por el gol, solventando un mano a mano con Pachón. La casta local también dio sus frutos y sendos remates a cargo de Alaña y Codina hicieron trabajar a Cobeño.

La dinámica fue a más en la segunda parte que, pese a un par de contras visitantes en los primeros minutos, estuvo totalmente monopolizada por el Eibar. Hubo intensidad, ganas, ideas, juego, acumulación de jugadores -Natxo Insa primero, y después Ísmodes, Markel y hasta Añibarro y Biel acabaron jugando prácticamente como delanteros-... También hubo ocasiones, algunas tan claras como el disparo de Carlier que Cobeño despejó junto a la base del poste, el zurdazo de Sutil ante el que también se lució el meta rayista, o los balones que la zaga visitante robaron a Insa y Carlier en boca de gol.

Hubo de todo, en definitiva, menos gol. Hasta el último suspiro lo intentó el Eibar, ante un rival que, en la recta final, ni siquiera se atrevió a buscar el contraataque. Pero ayer no era su día y, lo que es peor, parece que éste no es su año. 16ª derrota de la temporada para los azulgranas, que empiezan a resignarse al milagro como única alternativa al descenso.

Más problemas

Un milagro que, a este paso, van a buscar sin delanteros. El único que aguantaba a salvo de la maldición que parece perseguir al Eibar con sus arietes, Rudy Carlier, acabó el encuentro lesionado. Habrá que ver si sus problemas en los gemelos se deben al impresionante esfuerzo que realizó ayer o a algo más.

Como las desgracias no llegan solas, y menos en este Eibar, también acabó tocado Aitor López Rekarte, que se retiró con una sobrecarga.

«Este equipo no se merece estos palos»

«Algún día cambiará la suerte», deseaba un Josu Uribe muy apenado por la falta de recompensa al esfuerzo realizado por sus jugadores.

Fue precisamente lo que quiso destacar el asturiano. «Como entrenador no tengo nada que reprocharles porque no se les puede pedir más -afirmó-. Si fuera aficionado del Eibar estaría orgulloso de mis futbolistas porque es increíble el trabajo que han hecho. Este equipo no se merece estos palos».

Manteniendo el discurso de las últimas jornadas, Uribe aseguró que «si hacemos partidos como el de hoy, tendremos muchas posibilidades de ganar». Pero precisamente por esa falta de premio, también admitió marcharse a casa «jodido por perder un partido que no deberíamos haber perdido». También hizo daño la derrota en el vestuario, aunque el técnico ve «fuertes» a sus jugadores. «La situación preocupa, es lógico, pero en el vestuario creen que han hecho un gran trabajo. Creo que estamos fuertes», subrayó.

Respecto a la necesidad de delanteros, más aún después de que Carlier acabara ayer con problemas físicos, Uribe reconoció que «no está fácil fichar pero a ver si de aquí al jueves llega alguien que nos eche una mano. Y si no, sacaremos rendimiento a lo que tenemos», se resignó.

A.U.L.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo