Biólogos y conservacionistas como los de la Sociedad de Ciencias Aranzadi insistían en que los casos de ataque real al ganado vivo por parte de buitres en el campo vasco existen, aunque en una proporción «muy baja en relación a las reclamaciones efectuadas». Así lo dijeron numerosos expertos en unas jornadas celebradas en 2007, donde abogaban además por que estos carroñeros se alimentaran de ganado muerto en los prados en lugar de en los muladares.

Pero estas afirmaciones siguen sin convencer a los ganaderos. En el caso de los alaveses, hace un año reclamaron a la Diputación foral un plan de gestión del buitre ante el aumento de ataques al ganado vivo. Doce meses después, el sindicato agroganadero UAGA vuelve a la carga y acusa al Departamento de Medio Ambiente que preside Mikel Mintegi de no habilitar medidas y hacer oídos sordos.

Lo denunciaron ayer representantes de este sindicato, después de contabilizar hasta siete ataques en lo que va de primavera. «Estamos en época de partos de ganado, coincidente con la época de cría de pollos de buitre y, por tanto, en fechas en las que los ataques se intensifican», recuerdan los ganaderos. «Y aún no se ha hecho nada por intentar solucionar esta situación», acusan directamente a la Diputación alavesa.

Facilitar las compensaciones

Los afectados por estos ataques critican igualmente a los servicios técnicos de Medio Ambiente y Biodiversidad por mantener que los buitres no atacan a animales vivos o argumentar que «a la más mínima duda se favorece al ganadero». UAGA responde que si Diputación ha aceptado indemnizar más de treinta casos «será porque existe constancia de ataques de buitres a animales vivos, algo aceptado desde el año 2000».

UAGA admite la necesidad de la presencia del buitre en nuestro hábitat, «pero dentro de un orden», matiza. Por ello habla de «sobreplobación de carroñeras» y pide que se eviten ataques y se facilite al máximo la compensación de los daños y perjuicios. «Esta situación exige una respuesta ya», insiste.