«Confiamos en el futuro de un sector como el nuestro, que ha demostrado que es serio y es capaz», manifestaron ayer el presidente y el director general de la asociación de fabricantes de Máquinas-Herramienta (AFM), Koldo Arandia y Xabier Ortueta, en una comparecencia en Donostia, donde hoy celebra su asamblea general.

Arandia indicó que en 2009 será difícil llegar a los 1.000 millones de euros, pues se está barajando una caída de la producción de entre el 10% y el 20%, si bien advirtió que manejan los datos con «cautela y reserva» porque es un periodo «verdaderamente convulso» que impide proyectar las tendencias de inicios de año al final del ejercicio.

Señaló que el sector «va a salvar 2009 con cierta holgura», ya que muchos pedidos del pasado año se estarán fabricando todavía en este ejercicio, pero les preocupa lo que pueda ocurrir en 2010 «si la tendencia de la captación de pedidos sigue siendo negativa».

Precisó que el descenso de los pedidos comenzó en setiembre, tuvo las peores cifras en diciembre, pese a ser un mes «tradicionalmente bueno», y ha continuado en enero y febrero, lo que sitúa la caída media en el 50%, comparado con los mismos periodos de ejercicios anteriores, en que se dieron números récord. Realizó, no obstante, un llamamiento a «la confianza y la serenidad», pues aseguró que las empresas adscritas a la AFM saben «gestionar situaciones difíciles».

Consideró que es preciso activar programas de ayuda a la inversión en equipos industriales y apostó por fórmulas «más ágiles» para financiar a las empresas. Anunció que han iniciado una ronda de contactos con los principales clusters porque pretende crear un foro con todos los actores relacionados con el sector para fomentar proyectos comunes.