El don de sanar
«Las manos»
M. I. | DONOSTIA
Llevábamos mucho tiempo sin saber del veterano argentino Alejandro Doria, quien a mediados de los 80 se consagró con «Darse cuenta» y «Esperando la carroza». Hace tres años volvió con esta adaptación de la novela Juan Batista Stagnaro sobre la vida del sacerdote Mario Pantaleo, al que se adjudicó la condición de sanador mediante la imposición de las manos. Fue uno de los emigrantes italianos que llegaron a Argentina en la primera mitad de siglo pasado, al que la narración sigue desde sus primeros milagros en los años 60 hasta su muerte en los 90. «Las manos» quiere transmitir la magia de este santo en el que creyó ciegamente tanta gente humilde necesitada de cura.