Un hombre murió ayer al hacer estallar la carga de explosivos que llevaba en un edificio de la región musulmana china de Xinjiang para exigir el cobro de su salario. Otras dos personas resultaron heridas.

Según la agencia Xinhua, el suicida, Han Wushun, de 42 años, y originario de la provincia sudoccidental de Sichuan, llegó al edificio de la compañía Xinjiang Beijing Road and Bridge Construction Co. Ltd. portando una bolsa oscura y exigió el pago de sus salarios pendientes, que ascienden a 4.500 yuanes (500 euros).

La Policía informó de que Han había denunciado a la empresa por el impago de esta cuantía, pero perdió el caso en los tribunales en julio del año pasado, según Xinhua.

«La sociedad es injusta. No quiero vivir más», señaló el suicida a uno de los empleados tras entrar en el edificio de la compañía.