Al sumergirse en un nuevo idioma se puede dar que descubramos palabras que engloben un significado nuevo y que, al encontrar un conjunto de letras que lo nombren, ayuden a aprehenderlo. Esto le ocurrió a la artista Angélica Liddell cuando, husmeando entre las hojas del libro «Temor y temblor», del filósofo danés Kierkegaard, descubrió el término Anfaegtelse. «Es la palabra danesa que significa estar en peligro o angustia», apunta la artista para añadir: «Cuando amamos entramos en guerra, es decir, entramos en anfaegtelse». Va más allá y asegura que «cada uno de nosotros será grande dependiendo de aquel con quien batalló».

Con la idea en la cabeza, recurrió al material que tenía cerca para poder hablar de la angustia que causa el amor y se basó en las cartas de David Fernández. «Se añade algo de complicación al trabajar con material tan cercano», admite Angélica. Para el vídeo que forma parte de la obra ha elaborado sus propios textos aunque, como no podía ser de otra manera, hay citas textuales de Kierkeegaard.

La música es otro de los elementos clave de esta creación. El violenchelo de Pau de Nut es el encargado de adornar de melodía el encuentro con el público. Aunque el protagonista inconfundible de la música es Johann Sebastian Bach y su «Mareta, mareta». «Bach es la clave de todo», resume Lidell. Para completar el equipo, Eduardo Vizuete se encarga de la iluminación y el vídeo ha sido realizado por Gumersindo Puche.

La obra que se presenta mañana y pasado en la sala bilbaina La Fundición la ideó Angélica con su compañía Atra Bilis para «La Noche en Blanco» de Madrid y no ha vuelto a ponerse en escena. «Me tomo la actuación de Bilbo casi como un estreno», reconoce la artista. No es la primera ver que visita este recinto; al contrario, asegura que para es un «placer» actuar en La Fundición y que siente cómoda en ella. Serán dos funciones las que ofrezca, una mañana y la siguiente el domingo; ambas a las 20.00 y con una entrada por valor de 10 euros.