Los ocho jóvenes arrestados durante la madrugada del martes en Hernani y Urnieta siguen incomunicados en manos de la Policía española, y según indicaron a GARA sus letrados continuarán así hasta el sábado, su quinto día de arresto y en el que previsiblemente comparecerán ante el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón.

Garzón indicó el martes que había aceptado la aplicación del protocolo en que se enmarcan medidas como grabar el periodo de detención, que les asista un médico de confianza y que sus familiares sean informados de dónde y cómo se encuentran los jóvenes. Sin embargo, los allegados sólo han tenido conociminto de su situación por medio del facultativo de confianza que ha asistido a los jóvenes y que los halló «nerviosos pero en buen estado».

El médico pudo estar con los arrestados durante la noche del martes y la jornada de ayer, pero siempre acompañado por el médico forense de la Audiencia Nacional.

Desde que comenzara la operación policial no se ha precisado más imputación que la relación con Segi, y ayer tampoco hubo noticias al respecto. Cabe recordar que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no dudó en situar la redada como preventiva: «Impide sabotajes».

«Orgullosas y orgullosos»

Por su parte, las madres y los padres de los ocho jóvenes hernaniarras arrestados comparecieron ayer ante los medios para decir que están «orgullosas y orgullosos» de sus hijos y para asegurar que éstos «no han hecho ningún daño a nadie». «Es más, estamos seguros de que su único delito es el de ser joven y trabajar por cambiar este sistema y construir una sociedad mejor», subrayaron.

Los familiares no escondieron su preocupación por el trato que pudieran estar padeciendo sus hijos, incomunicados en manos de la Policía española, y recordaron las denuncias de tortura de jóvenes arrestados en operaciones similiares. Así las cosas, exigieron que no se vuelva a aplicar la incomunicación a ningún detenido más.

Los jóvenes independentistas, por su parte, aseguraron ayer que mantendrán el Gazte Eguna que habían organizado para mañana en Hernani, dentro de la campaña «Lotu Indenpendentziara!», al mismo tiempo que defendieron que «seguir con su dinámica de trabajo es la mejor respuesta que se puede ofrecer a este nuevo ataque contra la juventud vasca».

Ayer también fueron cerca de 800 los vecinos que denunciaron la redada en las calles de Hernani.